El centro derecha navarro se agita
PP y UPN ahondan su división y dan por amortizada Navarra Suma a nueve meses de las elecciones en las que aspiran a desalojar al Gobierno de Chivite
A nueve meses de las elecciones locales y forales en las que el centro derecha aspira a acabar con la travesía del desierto que le ... ha apartado del poder en las dos últimas legislaturas, la política navarra, siempre compleja por la elevada fragmentación del espacio electoral, vuelve a su eterno laberinto. En este caso, es la oposición conservadora la que parece a la búsqueda de una brújula que corrija la errática trayectoria de los últimos meses, coronada ahora por la prematura defunción y enterramiento de la coalición Navarra Suma.
La alianza que unió en 2019 a UPN, PP y Ciudadanos ha saltado por los aires antes de lo previsto, una ruptura no por esperada menos relevante que ha agitado las ya de por sí revueltas aguas del centro derecha en la comunidad foral. Según ha desvelado el presidente de los regionalistas navarros, Javier Esparza, el plan era reunirse después del verano y tomar «decisiones» de forma «conjunta». Pero una entrevista en 'Abc' del vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, ha dado carpetazo a la posible reedición del acuerdo, un primer ensayo (fallido) para intentar desalojar al Gobierno encabezado por la socialista María Chivite, al menos en los términos en los que fue concebido hace tres años.
La plataforma de Sayas y Adanero, la debacle de Cs y la incógnita de Vox añaden incertidumbres
Muchas cosas han cambiado desde entonces. Pero, de momento, lo único que han dejado claro las crípticas declaraciones de uno de los hombres de confianza de Alberto Núñez Feijóo es que el PP, bendecido por las encuestas en toda España, busca resituarse también en Navarra y sacar provecho del viento de cola que le impulsa desde que el expresidente gallego asumió el mando.
Así se han interpretado las palabras de Tellado, que dejó claro que «lo único que se plantea» el PP es presentarse en la comunidad foral «bajo sus siglas con un proyecto perfectamente identificable». Aun así, el dirigente de Génova, preguntado por una posible coalición con UPN, no descartaba «nada» y, por si fuera poco, abogaba por unir al centro derecha para evitar que «gobierne Bildu» -la izquierda abertzale presta apoyo externo al tripartito PSN-Geroa Bai-Podemos- pero haciéndolo «alrededor de las siglas del PP». Los populares, que siempre han jugado un papel secundario frente a UPN, principal referente de la derecha navarra desde su nacimiento en plena Transición en oposición a la Disposición Transitoria de la Constitución que contempla una posible anexión a Euskadi, se rebelan ahora, envalentonados, contra ese reparto de roles. ¿Los motivos? El 'efecto Feijóo' y la posibilidad, con la que se viene especulando desde hace meses, de incorporar a su proyecto a la plataforma de Sergio Sayas y Carlos García Adanero, los dos diputados expulsados de UPN por intentar tumbar la reforma laboral del Gobierno de Pedro Sánchez.
El 'efecto Feijóo' ha envalentonado al PP, que ve margen para revitalizar su sigla en la comunidad
Si el PP busca simplemente reforzar con esos cantos de sirena su posición negociadora en una eventual alianza con los regionalistas, el tiempo lo dirá. De momento, Esparza ha aprovechado las palabras de Tellado para enterrar también a Na+, eso sí, acusando al PP de haberla dado por «finiquitada» de forma «unilateral». «Anteponen sus propias siglas y rompen el único proyecto que había sido capaz de unir al centro derecha en toda España», ha lamentado el líder de UPN, que acusa a los populares de hacer una lectura «corta» porque «su único objetivo es gobernar España» y «lo demás» -Navarra- le «importa menos». «Es como si yo dijera que quiero unir al centro derecha español en torno a UPN, me dirían que vivo en otro planeta», ha ironizado.
Acercamiento al PSN
La reacción del líder regionalista puede igualmente servir para sacar pecho o anticipar, por el contrario, una inédita batalla electoral entre UPN y PP. Esta última hipótesis se vería alimentada por el acercamiento de los regionalistas al PSN, con quienes pactaron en mayo una ley para estabilizar al profesorado de inglés.
El acuerdo tensionó al límite la relación de Chivite con sus socios, que vieron un intento de «arrinconar» el euskera y que ya estaban con la mosca detrás de la oreja desde el episodio de la reforma laboral, que Esparza estaba dispuesto a apoyar a cambio de que los socialistas dieran aire a Enrique Maya en el Ayuntamiento de Pamplona. Por si la madeja no estaba ya enredada, la debacle de Cs, al borde de la extinción política, y la incógnita de Vox, que puede irrumpir en la Cámara foral y alterar el 'statu quo', añaden aún más incertidumbres al panorama. El avispero está servido.
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