«Arkaute es una academia muy exigente y tensiones se producen en cualquier sitio»

– ¿A qué se debe el cese de Miren Dobaran como directora de Arkaute?

– Se va a producir el cese a petición propia. Cuando iniciamos la legislatura, yo acordé con Miren que se incorporara a nuestro equipo y le encomendé una serie de tareas que ha desarrollado. Consideramos que están encauzadas y ahí acaba el acuerdo tácito que teníamos los dos.

– ¿Ha desarrollado en menos de un año los compromisos que tenía para toda la legislatura?

– Creo que ha realizado un gran trabajo al frente de la Academia y ha sentado las bases que necesitamos para hacer de ella un centro de excelencia.

– Era una persona de su máxima confianza, venía con usted del Departamento de Cultura y Política Lingüística. ¿Era el perfil idóneo para una tarea así?

– Miren ha hecho durante este año lo que yo le pedí que hiciera. Por tanto, no le puedo reprochar que no haya tenido un perfil adecuado para el puesto.

– ¿Han existido diferencias con otros responsables de Arkaute o del área de Seguridad?

– Bueno, Arkaute es una academia muy exigente, hay cuestiones que no son fáciles y tensiones se producen en cualquier sitio.

– ¿Qué ha pasado con la OPE en la que han suspendido el 90% de los candidatos? Cuesta creer que todo se deba a que han estudiado poco...

– Ha habido un problema de preparación. Hay que tener en cuenta que estamos seleccionando a personas a las que vamos a conferir una tarea muy importante, la de responsabilizarse de nuestra seguridad durante los próximos 35 años, y que se aseguran un puesto de funcionario para toda la vida. Eso exige una buena preparación por su parte y nosotros debemos ser muy exigentes.

– ¿Ha habido tantos suspensos porque se estudia a base de modelos o plantillas que no se correspondieron con el examen?

– Es como cuando en las prácticas de la autoescuela nos acostumbramos a circular por un determinado entorno y de repente llega el examinador y nos lleva a otro lugar desconocido. Ocurre que no sabemos desenvolvernos salvo que tengamos una preparación adecuada.

– Si se ha cambiado ese modelo ahora, ¿significa que en anteriores OPE se han podido 'colar' candidatos que en realidad no estaban bien preparados?

– Bueno, en la selección hay cuatro fases: una de conocimientos, un test psicotécnico, las pruebas físicas y una entrevista personal. El resultado final depende de todas ellas, no de una sola.

– Su compromiso es llegar al final del mandato con 8.000 ertzainas, el número máximo que se acordó en 2005. ¿Debe ampliarse a medida que van llegando más competencias?

– La realidad es cambiante y el número de efectivos tiene que ir adecuándose. Esa cifra se acordó en un momento en que la Ertzaintza asumió la protección de muchísimas personas amenazadas por el terrorismo. Hoy no tenemos esa realidad, pero las políticas de seguridad siempre exigirán que los medios y probablemente la organización vayan cambiando.