El PNV explota contra las «provocaciones» de Andueza pero defiende su coalición con el PSE
El líder socialista cuestiona las «ganas» de los jeltzales por mantener la alianza en plena disputa por la gestión migratoria
En la creciente lista de enfrentamientos entre PNV y PSE-EE, el suscitado esta última semana a cuenta de la gestión migratoria ya no es ... otro más. Y es que lejos de bajar el diapasón en una disputa que ya de por sí evidencia de manera cruda sus diferencias ideológicas, los socios han subido varios escalones y se han enfrascado de lleno en una inédita discusión pública sobre el propio futuro de la coalición que gobierna las principales instituciones vascas desde 2015. En ambos lados tienen el convencimiento de que la alianza persistirá, pero ninguno está dispuesto a callar ante las «provocaciones» o «deslealtades» del otro.
La batalla se ha reactivado súbitamente este miércoles cuando parecía que las aguas empezaban a bajar más calmadas. Aunque la consigna que salió el martes del Consejo de Gobierno era ir templando gaitas para poder zanjar la pugna, desatada por las declaraciones en las que Imanol Pradales llamaba a preguntarse «qué tipo de migración necesitamos y cuál estamos recibiendo», Eneko Andueza ha vuelto a apretar el acelerador a fondo. El líder del PSE-EE ha cuestionado las «ganas» que tiene el PNV de mantener la coalición tras acusar al lehendakari de «salirse de las posiciones políticas recogidas en el acuerdo» firmado en junio del año pasado.
«No sé si tienen ganas de seguir gobernando con nosotros, al final nos surgen dudas y desconfianza», ha planteado el secretario general de los socialistas. Se trata de un pronunciamiento que de alguna manera rompe una línea nada baladí en las relaciones entre los socios porque, además de aflorar las discrepancias, entra en conjeturas sobre el estado de salud de la coalición. Lo hace apenas un año después de reeditar la alianza en el Gobierno vasco y en pleno ecuador de la legislatura municipal y foral, con la vista puesta en unas elecciones de 2027 que volverán a agitar la política de alianzas en Euskadi.
El PNV desde luego no está dispuesto a entrar en ese marco y Aitor Esteban ha movido ficha rápidamente para enmendar la plana al líder del PSE-EE, con quien mantuvo hace sólo dos semanas su primera reunión oficial para reforzar la «cooperación» entre ambas fuerzas. «No cuestionamos la coalición de gobierno», han sentenciado fuentes del Euzkadi buru batzar (EBB) para poner coto a cualquier tipo de interpretación sobre su postura. Los jeltzales, eso sí, han denunciado las «declaraciones injustas y subidas de tono» de Andueza, las cuales tachan de «provocaciones» y creen que denotan «nerviosismo, él sabrá por qué».
Sabin Etxea quiere que sean los socialistas los que carguen en exclusiva con la responsabilidad de esta crisis en la medida en que están siendo ellos los que más están elevando los decibelios. «Es Andueza quien ha empleado términos como 'deslealtad' o 'desconfianza'», subrayan esas mismas fuentes. Pero, al mismo tiempo, en el ala jeltzale del Gobierno vasco tampoco renuncian a bajar al meollo de la cuestión y tratar de desmentir que Pradales se haya «salido» del acuerdo de gobierno. Esgrimen que el texto alude a la elaboración de un «plan de incorporación sociolaboral de personas inmigrantes que contemple –entre otros elementos– la cualificación».
«No nos vamos a callar»
Por su parte, el sector socialista destaca otros compromisos también presentes en ese mismo programa de gobierno que hacen referencia a «reforzar los programas de acogida». En el capítulo de las acusaciones y desmentidos mutuos, ambos partidos también se han enzarzado por unas declaraciones del portavoz parlamentario del PNV, Joseba Díez Antxustegi. Andueza le ha acusado de haber afirmado que el centro de refugiados de Vitoria acogerá a «menas que no se quieren integrar», extremo que niegan con rotundidad en la formación nacionalista, contraria en todo caso a la apertura de ese recurso.
De cualquiera de las maneras, lo delicado de la situación va mucho más allá del asunto concreto de la migración porque, según ha recordado el propio líder socialista, en las últimas semanas también se han registrado diferencias públicas en torno al trazado que unirá el TAV con Navarra o el decreto de universidades del Gobierno central. Capítulos en los que Andueza ha alzado la voz, algo que ha avisado de que volverá a ocurrir en caso de que el PNV se aleje de lo firmado. «No nos vamos a callar», ha advertido en una entrevista en ETB.
Las posturas evidencian que, pese a contar con una holgada mayoría absoluta, el Gobierno vasco no pasa por su mejor momento. Y eso es gasolina para la oposición, que en el pleno de control del viernes en el Parlamento tratará de hurgar en la herida con sucesivas preguntas de PP, Sumar y Vox al lehendakari. EH Bildu, por boca de Nerea Kortajarena, ha apuntado ya a la «debilidad e inestabilidad» del Gabinete Pradales, que «carece de un proyecto de país sólido, de un rumbo definido y de la ambición necesaria para afrontar los grandes retos que tenemos por delante».
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