Alonso remarca el «acento propio» del PP vasco y pide a Casado que «respete» su autonomía

Así lo anunció el lunes Alonso y así lo ratificó ayer en varias entrevistas pese al ruido y cierto malestar generado en Madrid por su anuncio. «No nos dedicamos sólo a pedir permiso. Yo lo veo como algo natural y entiendo que la dirección nacional también», dijo. «Rechazamos que se hagan discursos uniformizadores porque empobrece la visión de España, y ésa es la riqueza que siempre ha ofrecido el partido, porque el PP en Galicia es muy gallego, en Castilla es muy castellano, y nosotros tenemos nuestro perfil, y es muy necesario que la gente lo vea», recalcó.

En Génova, sin embargo, evitaron el cuerpo a cuerpo y delegaron en su 'número tres', Javier Maroto, para negar cualquier atisbo de división. Eso sí, siempre que se respete un mínimo común denominador. «El PP vasco tiene que tener sabor propio pero dentro de un ámbito y un discurso nacionales», apostilló. «El lunes hablé con mi amigo y compañero Alfonso y él lo explica de forma perfecta», zanjó, antes de admitir que «el constitucionalismo tiene que estar más reforzado en el País Vasco».

«Nuestra propuesta (la convocatoria de la convención) no tiene un ánimo cismático en contra de Casado», subrayó, por su parte, el exministro. Y es que el eje Galicia-Euskadi, la entente Alberto Nuñez Feijóo-Alfonso Alonso sigue dando mucho juego en la capital tras la marcha de Mariano Rajoy y el final de un 'sorayismo' del que el líder vasco era uno de sus principales abanderados. Esto, unido a la debacle del partido en este extenuante ciclo electoral, han aflorado las muchas diferencias de discurso que existen entre la dirección nacional y los barones.

«No estamos disputando el mando, no vamos a por lo de los demás, sino a defender los nuestro y a marcar nuestro territorio», subrayó antes de demandar a Casado «respeto y confianza hacia las organizaciones territoriales y su manera de hacer política y su acento propio» porque «es verdad que a veces se emiten discursos desde Madrid que resultan muy alejados cuando uno los ve desde Vitoria o desde Bilbao», confesó.

En este sentido, aseguró que «no se esconderán, que hablarán con claridad» y, si tienen que tener una discusión con «lo que diga alguien de Madrid o en otro lado, la tendrán». «Si no mostramos esa sinceridad y ese compromiso con la gente, no nos apoyarán», dijo. Su gran objetivo es «actualizar nuestra propuesta, hacerla más cercana y que haya una voz firme del constitucionalismo en el País Vasco, pero desde un compromiso profundamente foral con nuestra tierra». Lo que él ha bautizado como «radicalismo de centro».

«Yo no he cambiado, sigo pensando y ofreciendo lo mismo, pero, sin duda, hemos sido percibidos como que nos hemos escorado», confesó en referencia a las directrices fijadas por el equipo de Casado. No obstante, salió en defensa de su presidente porque «le ha tocado lidiar una situación muy compleja». «El PP vasco va a ayudarle para que se pueda consolidar y que él, de verdad, entienda que tiene un magnífico partido detrás, que hay una organización que en cada sitio está muy implicada con la tierra», dijo.

En el País Vasco, apostilló, «la gente tiene unas preocupaciones que son específicas y creo que el PP siempre ha sido un partido que es capaz de amoldarse, adaptarse, de hacerse de la tierra, y de tener su acento propio». Por ello, cree que Casado tiene que «respetar a ese PP, sentirse orgulloso y hacer una dirección de liderazgo desde esa humildad». El líder del PP vasco, en este sentido, destacó que ellos han «dado mucho por esta tierra», se han «jugado la vida» y han visto «caer a compañeros asesinados por ETA». «Ese compromiso por la libertad es un compromiso de convivencia en un lugar donde la gente no hablaba, se enfrentaba», recordó.

Respecto a ese 'nuevo' PP vasco que parece estar gestándose, Alonso aseguró que «no es un mal ejemplo» Borja Sémper y la campaña que ha realizado en San Sebastián. «Ha hecho un esfuerzo de acercamiento a la gente y ha despertado mucha simpatía» ganando votos «en situaciones muy adversas», algo de lo que se sintió «orgulloso».

Preguntado por el hecho de que Sémper 'escondiese' las siglas del PP durante la campaña, dijo que tanto el presidente de los populares guipuzcoanos como él mismo pueden «esconder las siglas», pero las llevan «en la cara». «Es imposible que yo diga que no soy del PP», zanjó.