Urgente Importantes retrasos en el metro por la caída de una persona a las vías en la estación de Algorta
Las actrices Itziar Castro y Daniela Santiago, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer en un acto por el 8-M. ep

El 8-M ahonda la fractura política

La jornada se celebró en un clima de máxima tensión entre Gobierno y oposición y con fisuras dentro del Ejecutivo

david guadilla

Martes, 9 de marzo 2021, 01:11

El 8-M de este año no solo estuvo marcado por la pandemia, por las restricciones, por los llamamientos a manifestarse con prudencia o incluso, ... como en el caso de Madrid, por la prohibición de realizar concentraciones por motivos sanitarios. El Día Internacional de la Mujer se caracterizó por una profunda división política y un agrio cruce de reproches entre el Gobierno y las principales fuerzas de la oposición. No faltaron descalificaciones personales y acusaciones de patrimonializar las demandas feministas en una jornada que intentó mantener su carácter festivo y reivindicativo dentro de un clima crispado.

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Tres años después de las primeras convocatorias multitudinarias que recorrieron en 2018 las principales calles de España, el 8-M vivió ayer su edición más singular y, posiblemente, menos unitaria. Cada partido que lo celebró lo hizo por su cuenta y lanzando pullas, a veces directas y otras de forma implícita, a sus adversarios. En el día destinado a poner en valor los derechos de las mujeres, hasta dentro del Gobierno tuvieron que hacer esfuerzos para intentar disimular las profundas discrepancias que existen en su seno al abordar cuestiones tan sensibles como la ley de Igualdad o la 'ley trans', ambas impulsadas por Irene Montero y que cuentan con el rechazo explícito del PSOE e incluso de algunos sectores de Podemos.

«Dentro de muy poco vamos a poder aprobar definitivamente esa ley del 'sí es sí' para que solo el 'sí' sea 'sí'»

Pedro Sánchez | Presidente del Gobierno

El intento por calmar las aguas dentro del Ejecutivo se vivió en un acto institucional presidido por Pedro Sánchez y que contó con la participación de la titular de Igualdad. «Ministra, estoy convencido de que dentro de muy poco vamos a poder aprobar definitivamente esa ley del 'sí es sí' para que solo el 'sí' sea 'sí'», afirmó el jefe del Ejecutivo. La frase trataba de aliviar el malestar que existe dentro de Unidas Podemos después de que hace unos días el pleno del Poder Judicial, por unanimidad, echase por tierra los principales argumentos de la normativa, una resolución que no obliga al Gobierno pero que tiene un gran valor simbólico.

«España no puede permitirse salir de esta crisis otra vez a costa de las mujeres»

Irene Montero | Ministra de Igualdad

Las diferencias entre los dos socios son notables y la falta de sintonía entre Montero y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, cada vez más evidente. Y en esta batalla por el relato entre las dos formaciones de izquierdas, el PSOE llegó al 8-M con cierta ventaja después de que la Justicia avalase su apuesta por restringir las movilizaciones en Madrid, la comunidad donde la tasa de contagios es más alta. Una decisión que en un primer momento fue rechazada desde Unidas Podemos.

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«Debe ser un día de lucha contra la desigualdad frente al peor gobierno de la historia democrática del que hay que pasar página»

Pablo Casado | Presidente del PP

Hubo, eso sí, mensajes centrados en lo que significaba la jornada: la lucha por los derechos de las mujeres. Sánchez abogó por acabar con los «privilegios» que tienen los hombres en muchos sectores y que suponen «un lastre que solo genera violencia, desigualdad e injusticia», apeló a la «unidad» y alertó del «odio» de la ultraderecha; Montero aseguró que «España no puede permitirse salir de esta crisis otra vez a costa de las mujeres». Tanto el PSOE como la coalición morada intentaron diluir sus discrepancias para buscar un enemigo externo, «quienes quieren hacer retroceder el camino recorrido». Porque si entre los dos socios de Gabinete hay brechas cada vez más significativas, entre el Ejecutivo y la oposición hay un abismo.

«Queremos alcanzar la igualdad con políticas reales y sin dejar a nadie atrás ni hacer una guerra de sexos trasnochada»

Inés Arrimadas | Ciudadanos

El PP y Ciudadanos no dudaron en asegurar que Sánchez y Podemos intentan patrimonializar el 8-M. En un acto organizado por los populares bajo el título 'Mujeres pioneras', Pablo Casado defendió el 8-M como un día de lucha contra la desigualdad frente al «peor gobierno de la historia democrática», al que definió como «antisocial» y «antifeminista». El líder del PP habló de «feminismo liberal», mientras que Inés Arrimadas rechazó abrir «una guerra de sexos trasnochada» y contrapuso su modelo con el «negacionismo carca de Vox», que incluso «sigue mirando hacia otro lado» ante la violencia machista, y el «sectarismo desbocado» de Podemos. La formación de Santiago Abascal abogó por reconvertir el 8-M en el Día Nacional por las Víctimas del Coronavirus.

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«Nosotros defendemos la identidad de ser español sin distinciones de sexo, raza o religión»

Jorge Buxadé | Vox

En Euskadi

Una brecha que en Euskadi no fue tan exagerada. El PNV había hecho pública una declaración para «visibilizar, valorar y repartir las tareas de cuidado entre mujeres y hombres», mientras que Sortu llamó a poner «el sistema patas arriba» y defendió un sistema público de cuidados. El PSE, Elkarrekin Podemos y el PP vasco también coincidieron en poner en valor el camino que falta por recorrer para alcanzar una igualdad plena.

El Constitucional avala prohibir los actos en Madrid

El Tribunal Constitucional decidió ayer por unanimidad rechazar la solicitud de los sindicatos UGT y CC OO y mantener la prohibición decretada por la Delegación del Gobierno de celebrar manifestaciones en Madrid con motivo del 8-M. Los jueces dieron así un espaldarazo al Ejecutivo de Pedro Sánchez en una decisión que les ponía, en cierto modo, entre la espada y la pared.

«Teníamos que afrontar un conflicto de intereses muy importante, el derecho a la reunión y la protección de la salud. Nos sentimos reconfortados porque la justicia haya coincidido con la apreciación que hacíamos», se congratuló la vicepresidenta Carmen Calvo tras conocerse la resolución. El Constitucional, ahora bien, acordó admitir a trámite el recurso de los sindicatos para pronunciarse sobre el fondo del asunto. Es decir, si la prohibición está o no justificada por la emergencia sanitaria o es excesiva.

UGT y CC OO habían presentado de madrugada una solicitud contra la decisión de la Delegación del Gobierno, avalada a su vez por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de prohibir la concentración por el Día Internacional de la Mujer. Las centrales sindicales consideran que la medida responde a «un estado de excepción o de sitio» y que «conculca derechos fundamentales». Un movimiento que llevó al TC a convocar un pleno extraordinario a primera hora de la mañana. El tribunal de garantías se decantó finalmente por mantener la suspensión.

El fallo respaldaba así la postura del Ejecutivo, cuya «voluntad» era, según insistió ayer Calvo, que el 8-M se celebrara teniendo en cuenta los datos de salud existentes. «Íbamos con la mejor de las intenciones», remarcó la vicepresidenta primera. Una postura que no compartieron sus socios de Unidas Podemos.

El TC analizará en una sentencia «más meditada» las cuestiones de constitucionalidad planteadas en los recursos por ser «de especial trascendencia». Acordó abrir una pieza ordinaria, dando traslado al fiscal y a la parte recurrente para que formulen sus alegaciones.

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