Munich, la monumental capital de Baviera

Muchos aseguran que la capital de Baviera es una de las ciudades más atractivas de Alemania. Cuando te acercas al centro histórico y a la plaza Marienplatz te das cuenta de que pueden tener razón, la monumentalidad del lugar impresiona. El Nuevo Ayuntamiento neogótico, con su alta torre, se impone como uno de los adornos. Mucha gente espera cada día a que suenen las 11:00, las 12:00 y las 17:00 horas en su reloj para admirar las figuras mecánicas del carillón que recrean escenas históricas.

Cerca, el Viktualienmarkt atrae la atención por ser el mercado más famoso donde comprar, por ejemplo, las típicas salchichas, 'wurst'. También puedes tomarlas en la famosísima cervecería Hofbräuhaus, que suma casi cinco siglos de historia desde su nacimiento como fábrica de cerveza, aunque debes saber que fue reconstruida (allí empezó Hitler sus discursos para crear el partido nazi). Lo lógico, obviamente, es que riegues el gaznate con cerveza.

Nos vamos de palacios hasta Residenz, residencia oficial de los reyes bávaros del siglo XVI al XX. Impresionante. Magnífico. Y hasta el barroco Palacio de Nymphenburg, antigua residencia estival de los monarcas. A la Iglesia de San Pedro, edificio más antiguo de la ciudad, para observar las visitas. Hasta las puertas supervivientes de la muralla medieval: la de Isartor, la de Karlstor y la de Sendlinger Tor. A la plaza Odeonsplatz, rodeada de inmuebles de estilo italiano y Hofgarten. A la roja Catedral de Nuestra Señora, uno de los edificios góticos más grandes del país.

Los amantes del motor no pueden perderse el Museo BMW; exhibe la evolución de la marca hasta los últimos prototipos. Y si apetece ir de parques, en Englischer Garten practican surf en el canal Eisbach, y en Olympiapark aguarda una torre de televisión de 290 metros.

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