Los mejores planes culturales para este fin de semana

María Goiricelaya escribe y dirige una ficción basada en las actas judiciales del 'caso Alsasua', desde la noche de la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en el bar Koxka hasta la sentencia, que ha sido recurrida ante el Tribunal de Estrasburgo. La obra se estrena esta semana el Arriaga (jueves en euskera y viernes y sábado en castellano) con cuatro actores que van cambiando de papeles y muestran «diferentes sentires y dolores». También se recrean escenas familiares y algunas conversaciones en prisión. Su objetivo es aportar «una mirada sanadora» y generar debate en torno al papel de la justicia, que se pone en el centro de la función. 'Altsasu' se enmarca en un proyecto de nuevas dramaturgias que aspira a «restañar heridas y desvelar las cicatrices» dentro de una comunidad, con la participación de autores españoles y colombianos.

'Golfa' es lo que dice una pintada que aparece una mañana frente a la puerta de un instituto, una comunidad donde llueve sobre mojado. Desde la ruptura de su relación con Fran, Amanda sufre un acoso virtual que lleva a sus padres a denunciarle a él como responsable. La madre del chico monta en cólera y la llama «golfa», el mismo insulto que días después aparece en un grafiti. Para evitar que la tensión se desborde, la jueza encargada del caso propone una sesión con un sexólogo a la que asistirán Amanda, Fran, su madre... y el público que acuda el viernes al Serantes Kultur Aretoa.

El Festival de Teatro nos acerca esta producción escrita y dirigida por Jose Padilla que está consiguiendo acercar a los jóvenes, y a familias enteras, al teatro. El autor se pregunta por qué, en un mundo hipersexualizado, tenemos tan poca educación en la materia. Trabajar con el sexólogo Cristian Gallego le ha ayudado a «ponerle luz a un tema que sigue siendo un tabú. Lo vemos como un foco de sordidez cuando es algo que atañe a algo tan serio como nuestra salud», explica. Interesante la propuesta de este espectáculo trasmedia en el que el espectador puede participar mediante plataformas.

Último fin de semana en cartel de esta producción propia de Pabellón 6, interesante por el tema que aborda y sobresaliente por las interpretaciones de Sandra Tejero, Nerea Elizalde y Josu Angulo. Se basa en una historia real que conmocionó al país en 1933. Hildegart Rodríguez Carballeira, escritora y activista, fue asesinada por su madre. Aurora Rodríguez Carballeira, defensora de las más modernas corrientes de pensamiento, la había concebido como «modelo de mujer del futuro», planificando cuidadosamente cada detalle. Así nació una niña prodigio que murió a los 18 años, sin llegar a disfrutar de la independencia que encarnaba y defendía. Dirigida por Camen San Esteban con ayuda de Lucia Lasarte, también responsable de las coreografías, la obra se basa en el libro de Carmen Domingo con una evocadora puesta en escena. A través de un tercero, un periodista que teclea su máquina de escribir, indaga en la personalidad de ambas mujeres y se pregunta si la historia ha sido justa con ellas.

El teatro de Pascal Rambert es un reto para los actores y una experiencia estimulante para el público. Su objetivo es conseguir el máximo impacto con las mínimas herramientas: un escenario desnudo como un cuadrilátero donde se libra un combate emocional. 'La clausura del amor' aborda la ruptura de una pareja con la crudeza de un lenguaje torrencial que ha tenido eco en numerosos países desde su estreno en el Festival de Avignon en 2011. Llega a Amorebieta su versión en euskera con Eneko Sagardoy y Miren Gaztañaga, dos actores que están cumpliendo un sueño. Cuando vieron la obra en castellano salieron impactados y propusieron hacer la adaptación, que firma el propio Sagardoy junto a la escritora Danele Sarriugarte. Su diálogo descarnado y por tiempos –primero él se explaya en sus reproches mientras ella guarda silencio– emociona.

Cinco clowns polifacéticos, procedentes de España, Alemania, Italia y Ucrania, se adueñarán del Campos Elíseos desde este jueves hasta el lunes. El nuevo espectáculo de Productores de Sonrisas, la compañía responsable de 'Circo Mágico' y 'Circlassica', tiene un tono poético y festivo. Se remonta a los orígenes del clown, príncipe del circo, para mostrar cinco visiones del humor y del mundo. Gensi e Isa Belui, los Carablanca maestros de ceremonias, tratarán de poner orden en el equipo formado por Davis Vassallo, director de orquesta funambulista, Luigi, un travieso inventor musical, y el más gamberro de todos, Housch-Ma-Housch, que siempre se salta el guion. El director artístico es Suso Silva, Premio Nacional de Circo, que hace guiños a personajes que han marcado su trayectoria: Charlie Rivel, Buster Keaton, George Karl, Marcel Marceau y Charles Chaplin, «que representa la soledad o la melancolía de un modo tan atractivo, tan único y tan cercano».

Olatz Gorrotxategi, actriz, dramaturga, docente y coordinadora del ACT Festival, lleva esta semana a Arrigorriaga una pieza de performance y teatro documento que ha titulado con las coordenadas de su casa, '43º13 44'. En tono íntimo y apoyándose en papeles, fotos y pequeños objetos, cuenta una historia de la que siempre había oído hablar con cierta lejanía. La autora va mostrando fotos familiares hasta que llega a Domingo, el hermano mayor de su aitite, del que no ha encontrado ninguna. A partir de esa ausencia hace memoria histórica y familiar, «una biografía política». Retrocede hasta el día en que el bando nacional se presentó en el baserri, se lo llevó y ya nunca más supieron de él.

Llega a Mungia 'Ez dok ero', que vuelve a reunir en el escenario a Patxo Telleria y Mikel Martinez, pareja cómica consagrada y acostumbrada a jugar con el euskera. Esta vez añaden a esa destreza algo más de carga de profundidad, una mirada irónica al teatro y la cultura euskaldun que ambos conocen desde dentro. Llevan a escena a Pantxo y Mikelote, dos personajes inspirados en Sancho Panza y Don Quijote que después de muchos kilómetros de plaza en plaza se encuentran con que ya nadie quiere ver sus espectáculos. Tienen dos opciones, retirarse o empeñarse en seguir adelante como «salvadores del teatro», y eso es lo que quiere Mikelote. Los dos intérpretes se ríen de sí mismos y sacan chispas al euskera en un espectáculo que sería imposible traducir a otro idioma. Atención al recorrido por los pueblos y a su afilada crítica al panorama teatral.

Euskadiko Orkestra ha mantenido el programa en sesión doble que tenía previsto pese a que el fin en la limitación de aforos ya no lo hacía necesario. Pero recolocar a los aficionados era complejo y, además, el programa estaba diseñado para una doble función y no era reconvertible por razones de duración a una sola.

Un programa en el que hay un estreno. O dos. Porque las obras de Pascal Gaigne son dos pero en realidad es una. 'Urrutiko arimak' y 'Urruneko azalak' fueron compuestas durante la pandemia y contienen una reflexión sobre la misma. Se interpretarán por separado, una en cada función, pero la lógica dice que en el futuro debieran ser dos movimientos de la misma obra.

Gaigne es seguramente más conocido por su trabajo para el cine. Suya es la música de 'Handia' y la de otra película muy apreciada: la de 'Azul oscuro casi negro'. Nacido en Francia, reside en San Sebastián desde hace más de treinta años y ha colaborado también en numerosas producción teatrales.

Su música precederá en ambas funciones a dos sinfonías de Chaikovski poco interpretadas entre nosotros. Se trata de la Nº 1 'Sueños de invierno' y la Nº 3 'Polaca'. Estamos aquí ante un Chaikovski en estado puro, no tan refinado ni tan dominador de los recursos de la orquestación como en las tres últimas sinfonías de su repertorio, pero perfectamente identificable en cuanto a su facilidad melódica. La primera sinfonía evoca el invierno, la nieve, los trineos, los cánticos alrededor de una hoguera. La tercera apela a la danza, tiene un movimiento de vals y fue estrenada más o menos por los meses en que el compositor recibió un encargo que daría lugar a 'El lago de los cisnes'.

En las galerías de retratos de artistas que han pasado por la Sociedad Filarmónica –algo así como una versión gráfica del Grove– hay uno de Alfred Brendel. Este pianista nacido en lo que hoy es República Checa, casi autodidacta y músico un poco por casualidad, es una leyenda para muchos aficionados y no pocos de sus colegas. Unos y otros consideran su Schubert poco menos que insuperable y su Beethoven una referencia ineludible.

Pues bien, un alumno aventajado de Brendel es Paul Lewis, un músico británico que ha dedicado buena parte de su tiempo al estudio del repertorio de los dos compositores que fallecieron en Viena con apenas un año de diferencia. De Beethoven ha grabado todas las sonatas y los conciertos, además de las Diabelli y otras obras. De Schubert lleva ya un buen puñado de sonatas.

En el concierto de la Sociedad Filarmónica no ofrecerá obras de ninguno de los dos, pero eso no significa que el programa no tenga interés. Al contrario. Lewis irá del clasicismo (la célebre sonata 'Marcha turca' de Mozart), a una selección de 'Canciones sin palabras' de Mendelssohn, para viajar a Rusia, al mundo misterioso y esotérico de Scriabin y terminar con esa obra de enorme exigencia que es 'Cuadros de una exposición' de Mussorgski. No busquen la estela de Brendel en esta última parte del programa. Seguramente, la sombra a la que acogerse en este caso es la de otro gigante de la generación anterior a la suya: Svjatoslav Richter.

No viene mala esta semana tampoco en lo que se refiera la danza. Para empezar, el viernes hay una triple sesión gratuita en el edificio del Ensanche gracias a Dantzaldia, que este fin de semana propone también una actuación flamenca en La Fundición. Primero lo primero: la compañía La intrusa, la de Sharon Fridman y FRANTICS Dance Company mostrarán 'Sonora', '147 abrazos' y 'Space', fragmentos de piezas más extensas, mañana en el centro de Bilbao. Desde el viento que arrastra lo que pilla en el desierto en 'Sonora' hasta las idas y venidas, un torbellino de energía, de los intérpretes en 'Space', pasando por los altibajos de una relación de dos en '147 abrazos', este programa de danza contemporánea se presenta muy variado.

Sábado y domingo es el turno del creador Álvaro Murillo, que en 'Flamencas' realiza un homenaje a las pioneras del género, entendiendo como pioneras a mujeres que no solo se han subido a escenarios y se han hecho conocidas, sino a las de las calles, a las que han transmitido la tradición como parte de su día a día, de su cultura. Murillo ya ha hecho antes trabajos sobre lo que otros artistas le han dado o dejado o lo que ha tomado él; en 'El Barbero de Picasso' tenía como ejes a Morente y a Picasso, y a Lorca en '8 Km en mula'. Esta vez ofrece además una conferencia sobre esas mujeres que han sido fundamentales para la creación de la pieza.

Para un poco más de flamenco, el viernes (19.00 horas) está Adriana Bilbao con 'Eclat', su repaso a la vestimenta y la libertad femeninas, en la sala BBK. (20 euros).

Ya a primeros de noviembre, el día 3, hay que trasladarse al Teatro Arriaga para asistir a un pase de 'Charadas', esa mezcla de danza, teatro y comedia que cultiva la compañía Krego-Martin Danza. Su, digamos, desmitificación de la danza –sí, te puedes reír mientras haces y mientras ves un espectáculo de estos– propone echarle un ojo a la vida de dos hermanas artistas que viven juntas. Roseta, la mayor, es la gran estrella e Isidora, la joven, sueña con el futuro.

La propuesta de Charo Garaigorta es seductora e inquietante.

No hay mejor acicate para ver una exposición que la sorpresa, que nuestro paladar estético no se sienta satisfecho, sino interrogado, que la obra nos atraiga en un deseo incontenible de descifrar sus códigos. La pieza central de la última exposición de Charo Garaigorta asombra e, inevitablemente, nos acercamos, la exploramos, intentamos recorrerla, interpretarla y comprenderla. La autora es consciente de la fascinación que produce y que ella achaca a su heterogénea naturaleza, que participa de la arquitectura, la escultura y el diseño. Tal vez, como afirma, no se trata de una obra de arte al uso, pero esa condición la convierte en un artefacto sin etiqueta y, por tanto, accesible para todos.

Los spoilers son una traición, pero intentaremos hablar de este objeto blanco, fantasmal, que semeja una maqueta distribuida en espacios compartimentados como si se tratara de escenografías yuxtapuestas. Podemos encontrarnos ante una reflexión sobre la ciudad, la creación artística o, como preferimos pensar, en torno al individuo y el peso del consciente y el subconsciente, como nuestra vida y pensamiento se estructura en habitáculos autónomos, arriba y abajo.

Pero también hay una vertiente inquietante, porque este extraño objeto articulado parece hallarse detenido, observándonos, tal vez presto a atacar, como los invasores de 'La Guerra de los Mundos'. La artista prefiere hablar de promesas, de que la obra contiene potencialidades que hablan del hombre como sujeto capaz de gestionar su futuro. Según esta tesis, el trabajo habla de una utopía, más que de distopías de ciencia ficción. La esperanza o desesperanza radica en la mirada de cada uno, quizás en su estado de ánimo. En cualquier caso, lo verdaderamente seguro es que quien visite la Taller experimentará la satisfacción que produce ser inquietado.