El laberinto de Arno, en Álava, oculta la naturaleza más misteriosa

Al monte

• Distancia: 5,6 km.

• Altitud máxima: 1.075 metros.

• Punto de salida: Opakua.

• Dificultad: Sencilla.

Tomamos la Llanada alavesa como referencia inicial para alcanzar el punto de partida: primero Agurain, después Opakua. En lo alto del puerto giramos a mano izquierda por una carretera estrecha que, en unos 2,5 kilómetros, nos deja en el aparcamiento Fuente de los Alemanes, que debe su nombre al grupo de ingenieros germanos que en la década de los 60 buscó sin éxito petróleo en la zona. Allí encontraremos una pista forestal que nos adentrará en el bosque y, tras caminar unos 300 metros, nos lleva a la presa de Iturbeltz. Primera parada 'instagrameable'. Un puente nos devuelve a zona boscosa, donde a mano derecha tomamos un sendero paralelo al río. Se respira tranquilidad.

El paisaje invita a la contemplación y a la ensoñación, pero en este punto conviene centrarse un poco en el camino, ya que la hojarasca suele cubrir el suelo. Nada que no solucione un poco de atención a los habituales hitos de piedras. El sentido común como infalible brújula para guiarse entre interminables hayedos y piedras cubiertas de musgo. Mientras mantengamos la dirección del sendero no tendremos ningún problema para, en poco más de veinte minutos, llegar a ese espacio fascinante que es el Laberinto del Arno.

Allí, entre árboles y rocas altas, donde el silencio te murmura al oído, nos espera el arco de Zalamportillo. 'Click': la postal imprescindible de una colorida colección abierta a la imaginación de cada paseante. Hay muchos rincones deslumbrantes más. Déjate llevar por la magia de la naturaleza.