De las salinas milenarias al desfiladero del río Purón
Por la mañana recorreremos el Valle Salado de Añana en segway y por la tarde nos adentramos en el parque natural de Valderejo
víctor pérez
vitoria
Sábado, 4 de julio 2020, 01:37
Con el plan de hoy pretendemos ofreceros la oportunidad de conocer dos joyas alavesas de forma diferente. Por un lado, te proponemos descubrir el Valle Salado en segway. Por otro, sumergirte en el Parque Natural de Valderejo, un espacioso valle protegido por grandes laderas en las que campan a sus anchas flora y fauna entre restos de civilizaciones anteriores: una calzada romana, monumentos megalíticos (túmulo de San Lorenzo, monolito del Monte Lerón) y ermitas de diferentes épocas. Una combinación mágica.
Para ello acudiremos primero a Salinas de Añana para adentrarte en la milenaria historia que acompaña este conjunto monumental donde se produce una de las mejores sales del mundo. Tienes varias opciones. Puedes escoger entre un amplio de opciones que te ofrece la Fundación Valle salado previa reserva en el 945351111. Pero también existe la opción de realizar una visita guiada en segway a través del Valle Salado. Será necesario concretar una cita, aunque a causa de la pandemia no volverán a la nueva normalidad hasta el próximo 10 de julio.
Visitas guiadas en segway
Saltway es una empresa que organiza visitas guiadas en segway por el Valle Salado de Añana. Organiza varias rutas que permiten conocer la localidad alavesa de Salinas de Añana, los caminos que rodean al Valle Salado desde los que se disfrutan de espectaculares vistas del valle desde sus miradores artificiales y naturales. También existe la opción de dar un largo paseo hasta el Lago de Arreo recorriendo las localidades que lo rodean.
Desde aquí aconsejamos la Ruta de la Vuelta al Valle, donde podréis disfrutar de unas espectaculares vistas de este conjunto de construcciones inverosímiles formadas por un bosque de estacas de pino silvestre y terrazas de piedra y arcilla donde se seca la salmuera, el agua salada que brota de los manantiales cercanos. Este costurón en el valle, pegado a la carretera A-2622 y orientado hacia el Sur, resume con sus tinglados una forma milenaria de conseguir sal, la única roca comestible que, durante siglos, se pagó a precio de oro. Los seis milenios de historia los conoceremos en cualquiera de las visitas guiadas que elijamos.
Una vez que hayamos hecho la visita podemos ir hasta la localidad de Lalastra y buscar aparcamiento para recorrer el Parque Natural de Valderejo. Si vamos en familia, podremos utilizar el área recreativa que cuenta con equipamiento infantil y picnic para comer y cargar fuerzas antes del paseo.
Lo siguiente será acercarnos hasta la Casa del Parque e informarnos sobre las rutas y servicios que ofrecen allí. Valderejo dispone de hasta 9 rutas, pero desde este periódico recomendamos hacer la senda por el Desfiladero del Río Purón. Este itinerario, de unos cinco kilómetros de ida y los mismos de vuelta, recorre un gran prado verde y hacia el final de la ruta nos adentra en un estrecho desfiladero de unos 500 m de longitud, que comunica este territorio con el valle burgalés de Tobalina
.