'The Limehouse Golem' y 'El lado oscuro del corazón'

En 2012 se estrenó 'Insensibles', una curiosa película de intriga y horror, con trasfondo político, que desconcertó a más de un crítico por su mezcla de géneros y pasó desapercibida en la taquilla, a pesar de su llamativo empaque. Su director, Juan Carlos Medina, de origen español, se paseó por festivales especializados por toda la geografía, apuntalando su intención de labrarse una carrera internacional, labor que está llevando por buen camino a tenor del lanzamiento de su nueva película, 'The Limehouse Golem', una producción británica que de nuevo fusiona el suspense y el terror, esta vez en plena época victoriana, a la sombra del famosos Jack el Destripador. El relato deliciosamente macabro se sitúa en Londres en 1880, cuando una serie de siniestros asesinatos conmueven a los vecinos. ¿Quién es capaz de acabar con tanta saña con sus víctimas? Un detective ninguneado, excelente Bill Nighy -como siempre-, investiga los crímenes, topándose con instantes sombríos y giros inesperados.

El espíritu del teatro está presente en todo el metraje, cuya dirección artística se revela por encima de la media. Un cuidado exquisito de la fotografía y la contención en los movimientos de cámara engrandecen una historia, a ratos perturbadora, que busca la originalidad en la manera de ser contada, consciente de que el guión de partida no pretende apabullar a la audiencia. El reparto, su gestualidad y movimientos dentro del plano, señalan la intención de autoría de una propuesta adulta que tiene complicado respirar en la cartelera al ver la luz el mismo fin de semana del estreno de 'It', una película de miedo que va por otros derroteros, el de los sustos a base de subir el volumen del sonido, ese que gusta tanto al público juvenil.

'El lado oscuro del corazón', filme argentino idolatrado por los amantes del cine como poesía, cumple 25 años. Una copia convenientemente restaurada se reestrena para celebrarlo en salas selectas. El malogrado Eliseo Subiela -nos dejó a finales del pasado año- hizo una segunda parte, con menos fortuna. Aquí lo dio todo a la hora de aunar su pasión por contar cuentos sobre celuloide y la lectura de Mario Benedetti, Juan Gelman y Oliverio Girondo, tres nombres indispensables de la poesía latinoamericana del siglo XX que están presentes en las tribulaciones de un escritor que busca 'una mujer que le haga volar', una frase ya mítica en la historia del séptimo arte. Amor y muerte en una película arrebatadora protagonizada por Darío Grandinetti, Sandra Ballesteros y Nacha Guevara, con un cameo del propio Benedetti. Osvaldo Montes firma la banda sonora.