'El corredor del laberinto. Las pruebas'
La exitosa saga sobre adolescentes en pie de guerra alcanza su segunda parte con los chicos en un lugar llamado Quemadura
Borja Crespo
Miércoles, 16 de septiembre 2015, 11:33
Segunda entrega de una franquicia que responde a la actual moda de adaptar a la gran pantalla novelas sobre distopías aplaudidas por el público juvenil. Junto a 'Crepúsculo' y 'Los juegos del hambre', sin llegar a la insipidez de la saga de vampiros ni a los destellos de ingenio de la serie protagonizada por Jennifer Lawrence, se sitúa 'El corredor del laberinto', basada en la colección de libros escritos por James Dashner, de la que se han vendido, faltaría más, millones de ejemplares.
En esta secuela repite su director, Wes Ball, que no se defendió mal en su ópera prima, máxime teniendo en cuenta el material que le tocó convertir en imagen real. Resultaba entretenida en su inicio esta historia de supervivencia que prosigue en el exterior tras la fuga del laberinto y así lo atestiguó la taquilla, con más de 300 millones de euros recaudados desde su estreno en 2014.
"En este filme averiguamos que existe un mundo mucho más grande esperando a los protagonistas, un mundo que ha sido devastado por la acción del sol y de un virus letal", cuenta el responsable del salto de la prosa al celuloide. "Estos jóvenes tienen que encontrar su lugar en ese mundo y descubrir cómo pueden recomponerlo mientras se dividen entre salvar al mundo y su propia libertad".
'El corredor del laberinto' giraba en torno a la claustrofobia, mientras que la secuela se abre al mundo, con un gigantesco desierto de dunas de arena que se está engullendo la Tierra. Los Clarianos, el grupo de fugitivos liderados por Thomas, deben enfrentarse a un nuevo desafío, aún mayor que escapar del laberinto que da título a la saga: desenmascarar a C.R.U.E.L. (Catástrofe y Ruina Universal: Experimento Letal), una organización tan poderosa como enigmática.
En su viaje van a parar a la Quemadura, un lugar inhóspito donde les esperan multitud de peligros y la posible ayuda de un grupo activista conocido como La Resistencia. Dylan O'Brien encarna de nuevo al líder de los Clarianos en 'El corredor del laberinto: Las pruebas': "Lo que más me gusta de Thomas es lo valiente que se muestra en la situación en la que se ha metido", explica sobre su papel. "En esta película, lleva mucho peso sobre sus hombros, porque no hay forma de saber si el grupo de resistencia del que han oído hablar es sólo una fantasía, o si es algo que se cuenta para que la gente mantenga la esperanza. En ese caso, Thomas podría estar metiendo a sus amigos en una situación muy complicada".
En la primera película, este imprescindible personaje experimentaba la transición de niño a hombre. Para los Clarianos, representa la esperanza, "y él se da cuenta de que está en sus manos conseguir que todos salgan del Claro", resalta el joven actor.
En el filme, Thomas carga con la responsabilidad de lo que les ha sucedido a sus compañeros, a los que animó a escapar del laberinto. "Ahora han llegado a este mundo que no es necesariamente como esperaban que fuera. Thomas les aseguró a sus amigos que dejar el laberinto iba a salvar sus vidas".