Todas las vidas
Furgón de cola ·
Las comunidades preparan protocolos de actuación por si se diese la saturación hospitalariaEs como si el coronavirus no procediese de un mercado de Wuhan, sino de una relojería de Zúrich. El modo en que le ha cambiado ... el ritmo al mundo asombra. El tiempo se despliega ante nosotros como un folleto. Italia es nuestro futuro. Y nosotros somos el futuro de Reino Unido. Sucede de un modo infalible, simétrico. Recordarán que una de las cosas que nos llegaban de Italia cuando comenzábamos con el confinamiento era que había hospitales haciendo «triaje de guerra», o sea, tomando decisiones duras en las valoraciones que se hacen de urgencia con criterios de supervivencia.
En las zonas de España más castigadas por el coronavirus ese riesgo apareció hace unos días. Lo dijo Fernando Simón el domingo: hay seis comunidades con las UCI cerca de la saturación. La buena noticia es que desde entonces parece que las cosas mejoran poco a poco. Si se consigue que las UCI no colapsen, quedarse en casa habrá servido de mucho. Aun así, los protocolos están listos y ayer se supo que en Cataluña se recomienda no ingresar en cuidados intensivos a mayores de ochenta años. Pueden apostar a que esa orden no será tan sencilla. En Osakidetza se maneja desde la semana pasada un documento de «toma de decisiones en la situación excepcional de crisis por pandemia Covid-19». Y su lectura, aun dando cuenta de lo que puede pasar en un hospital saturado, es tranquilizadora. El texto subraya que «todas las vidas valen igual» y que, antes de activar los protocolos complicados, se buscarán alternativas en «una amplia zona geográfica». Y establece que las decisiones se tomarán de modo colegiado y el criterio de los médicos quedará por encima del protocolo. Tiene sentido. Estos días también hemos escuchado a gerontólogos explicar que nada se parece menos a una persona de ochenta años que otra persona de ochenta años.
Pensar que los médicos no pelean a fondo por salvar todas las vidas es como pensar que los holandeses no quieren a sus abuelos. Algo bastante estúpido. También lo sería, ya puestos, que nuestra sociedad, que igual no es tan próspera cuando salgamos de esta, pero seguirá estando muy envejecida, no se siente a hablar de una vez de la muerte mejor, como si fuésemos, al fin, todos adultos.
PRENSA
Los médiums
Mucha gente ha dado estos días un salto tecnológico. Hay abuelos que ya establecen videollamadas a siete con los nietos en 'Houseparty' y organizan un 'Zoom' con los amigos para tomar un vino y charlar. Los gobernantes, en cambio, solo consiguen relacionarse con los periodistas a través de unos intermediarios que casualmente trabajan para ellos. Qué curioso. Hasta ayer Miguel Ángel Oliver le pasaba al Gobierno las preguntas filtradas y diciendo de repente que un ciudadano, presidente, quiere saber... A la consejera de Salud del Gobierno vasco la médium oficial le lanza cuestiones que vienen de «un periodista». No tiene el pobre ni nombre. Como para tener un medio. Semanas de quejas y un manifiesto después, en Moncloa recapacitan. Mejor para el país. Ypeor para la parapsicología. El teléfono-ouija de Oliver bordaba ya las conexiones más insólitas: «Ministro, le pregunta el '6 Toros 6' y también la radio búlgara...»
MATERIAL
Otanvisión
Cuando la semana pasada se supo que el Gobierno pedía material sanitario de urgencia a la OTAN, era fácil pensar que serían países como Francia o Portugal, por la cercanía, o Estados Unidos, por el potencial, los que mandarían los aviones. Pues casi. Han sido Turquía, Letonia y República Checa. Haría falta un José Luis Uribarri de la Alianza Atlántica para explicarnos cómo funciona esto. Al menos, nos han mandado ayuda por el lado oriental. Las democracias occidentales se conoce que van más lentas. Todavía las está esperando Azaña.
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