¿Es Israel un régimen de 'apartheid'?
Mientras avanza en su expulsión, el Gobierno israelí controla a los palestinos con métodos de un Estado policial y ocupación militar
Amnistía Internacional acusa a Israel de 'apartheid' contra los palestinos. En primer lugar es necesario definir con exactitud el término 'apartheid'. Simpatizar o no con ... el Estado de Israel o con el pueblo judío (son dos cosas muy distintas, aunque se solapen parcialmente) es irrelevante para el análisis científico.
'Apartheid' implica una situación institucionalizada de desigualdad y discriminación estructural entre dos grupos de seres humanos que conviven de forma permanente. El régimen racista de los bóers sudafricanos fue un ejemplo claro de 'apartheid', siendo además los acuñadores del término. En la antigua Esparta, los conquistadores dorios convirtieron a los habitantes preexistentes en una casta de siervos llamados ilotas, y se mantuvieron rigurosamente separados de ellos, sin mezcla ni mestizaje. Otros ejemplos son las castas de India, la segregación racial en Estados Unidos, la discriminación de los 'eta' en el Japón feudal, el trato que recibían los judíos en la Europa medieval o el que padecen las mujeres en Arabia Saudí.
La mera existencia de prejuicios y hostilidad no constituye 'apartheid'. Las guerras de exterminio o las limpiezas étnicas, tampoco. Los nazis sometieron a los judíos a un 'apartheid' muy riguroso, pero luego decidieron que eso no era suficiente y pasaron a algo totalmente diferente: el exterminio. Por fortuna es mucho más frecuente el caso contrario: los conquistadores acaban amalgamándose con los conquistados. El 'apartheid' es una forma de institucionalizar la voluntad de impedir a toda costa esa evolución positiva.
Teniendo todo esto en cuenta, se puede cuestionar que Israel ejerza el 'apartheid' contra los palestinos, por la sencilla razón de que Israel no tiene la más mínima intención de convivir indefinidamente con los pueblos conquistados, sino que pretende expulsarlos gradualmente de la totalidad del territorio mediante expropiaciones sucesivas. Por el momento, mientras se completa la expulsión, los israelíes controlan a los palestinos usando los métodos típicos de un Estado policial y de una ocupación militar. Eso incluye discriminaciones que recuerdan realmente al 'apartheid', pero con una diferencia crucial: son solo un expediente temporal.
Los israelíes no planean explotar laboralmente a los palestinos de manera permanente. Dejando aparte que por motivos geopolíticos es algo demasiado peligroso, necesitarían terrenos donde vivir, lo que está descartado porque los israelíes desean quedarse con todas las tierras. Los israelíes no tienen la más mínima intención de fusionarse poco a poco con los palestinos, igual que los normandos se fusionaron con los sajones en la Inglaterra medieval, ni convertirlos a su religión, como los españoles a los musulmanes andalusíes, y luego desconfiar de la sinceridad de esa conversión hasta desembocar de todas formas en la expulsión en masa. Por lo tanto no habrá 'apartheid', porque en poco más de una generación no quedará nadie al que discriminar.
Los israelíes probablemente se comparan a sí mismos con los norteamericanos, que vaciaron la tierra de indios para crear Estados Unidos. Probablemente se consideran mejores que los norteamericanos, porque los indios fueron exterminados o encerrados en reservas, mientras que los palestinos tienen la opción de emigrar a otros países árabes y rehacer sus vidas allí. Al fin y al cabo las deportaciones masivas no han sido tan raras en tiempos recientes: Los turcos expulsaron en 1921 a grandes poblaciones griegas que residían allí desde hacía milenios, y muchas fronteras de Europa Central y Oriental se construyeron entre 1919 y 1947 mediante desplazamientos masivos de las poblaciones preexistentes, dejando zonas étnicamente simplificadas. Las comunidades judías de los países árabes, con raigambre de siglos, fueron vaciadas forzosamente en poco más de veinte años (1947-1968). Entre 1968 y 1973, británicos y norteamericanos deportaron a los habitantes de Diego García, en el Indico, para construir una base naval. Los israelíes pueden decirse a sí mismos que no persiguen un fin tan mezquino, porque necesitan realmente la tierra para construirse un país tras milenios de persecución.
A día de hoy, la victoria final de Israel parece segura. Ya se han apoderado de más del 60% del territorio palestino y no se ve obstáculo alguno que les impida ir tomando el resto. No deberían molestarse en acusar de antisemita a Amnistía Internacional. Es una acusación risible, que devalúa el concepto mismo de antisemitismo (racismo enfocado específicamente contra los judíos). Es falaz mezclar la comunidad judía mundial con el Estado de Israel. El Gobierno israelí ha escogido su camino. Tienen que apechugar con las críticas que reciba, sin lloriqueos victimistas.
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