Una UE con más miembros
Será imposible la ampliación si en el Consejo Europeo se siguen decidiendo por unanimidad cuestiones tan centrales como las políticas exterior y fiscal
Catedrático de Relaciones Internacionales en la UCM y presidente del Movimiento Europeo
Miércoles, 4 de octubre 2023, 00:04
En el debate sobre el estado de la Unión celebrado el 13 de septiembre, con el discurso que pronunció la presidenta de la Comisión, Ursula ... von der Leyen, y la ronda de intervenciones posterior en el seno del Parlamento Europeo, volvió a centrar la atención esta cuestión fundamental: ¿Es posible la ampliación de la UE a ocho o diez nuevos Estados sin antes haber resuelto el problema de la profundización federal?
El parlamentario Guy Verhofstadt, presidente de la Comisión Constitucional y máximo responsable de la propuesta de la reforma de los Tratados, planteó a la presidenta de la Comisión la imposibilidad de ampliación si antes no se habían resuelto cuestiones básicas tales como el proceso de toma de decisión. Señaló que este sistema de decisión no está funcionando con 27 Estados miembros y, por lo tanto, cómo va a funcionar con 30 o 35 sin antes haber realizado algunas reformas constitucionales.
La Comisión Constitucional del Parlamento Europeo elaboró el proyecto de propuesta de reforma de los Tratados el 22 de agosto pasado, firmado por los cinco portavoces de los principales partidos proeuropeos: Guy Verhofstadt (Renew Europe), Sven Simon (Partido Popular Europeo), Gabriele Bischoff (Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas), Daniel Freund (Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea) y Helmut Scholz (Izquierda). Se empieza a debatir la próxima semana en la Comisión y se aprobará en el pleno de la Eurocámara en noviembre. En esta propuesta se plantea la necesidad de convocar la Tercera Convención para reformar los Tratados en profundidad.
Sin embargo, como consecuencia de una propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que resaltaba la necesidad de la ampliación a los nuevos Estados de la vecindad y de los Balcanes antes de 2030, han surgido en diversos medios propuestas dirigidas a analizar el asunto de la ampliación. Lo que significa terminar las negociaciones con Ucrania y Moldavia, que tienen el estatuto de candidato desde junio de 2022, y posiblemente también Georgia. Además, se iniciarán las negociaciones con Azerbaiyán y Armenia, que ahora mismo se encuentran en pleno conflicto armado.
Por otro lado, implicará el comienzo de las negociaciones con el conjunto de los Estados de los Balcanes, que son Serbia, Montenegro, Macedonia del Norte, Albania, Bosnia y Herzegovina y Kosovo. Como se podrá entender, no será un camino fácil, en algunos casos por razones políticas, por ejemplo Kosovo y Serbia, y por razones económicas y sociales en los demás debido a su bajo nivel de renta. En todo caso, se tendrán que aplicar los Criterios de Copenhague, llevar a cabo una negociación Estado a Estado teniendo en cuenta estos criterios e ir verificando los avances que se han producido en las negociaciones respectivas.
Pero, sobre todo, habrá que tener en cuenta la posible gobernabilidad de la Unión Europea. Es decir, hasta ahora las negociaciones se han producido no solo cuando querían los candidatos, sino cuando la UE tenía la capacidad suficiente para absorber a estos países y estaba dispuesta a hacerlo. Siempre se decía que la ampliación se daba cuando la Unión decidía y no cuando el Estado aspirante quería. Recordemos que en el caso español, que no fue de los más lentos, pasaron ocho años desde la solicitud de acceso a la firma del Tratado de Adhesión el 12 de junio de 1985. Será muy difícil que para el conjunto de estos países, con una situación aún más distante respecto a la UE que la que tenía España, el calendario resulte más corto.
También hay que tener en cuenta que para que ingresen esos países o la mayor parte de ellos habrá que consolidar los aspectos políticos, económicos y sociales de la UE, especialmente, al menos, el avance en torno a la Unión Bancaria y la resolución del procedimiento de toma de decisiones. Será imposible llevar a cabo la ampliación si en el Consejo se siguen decidiendo por unanimidad cuestiones tan centrales como la política exterior y la política fiscal. Hay que recordar que posiblemente esta ampliación sea la más complicada, no solo por el número de Estados sino también por los problemas políticos entre ellos.
Por eso, desde nuestro punto de vista, es imposible plantear la necesidad de la ampliación sin antes iniciar al menos la profundización, es decir, la reforma institucional y el procedimiento de toma de decisiones, entre otras cuestiones. Por esto defendemos que durante la presidencia española, en el último Consejo, se aborden no solo las cuestiones relativas al proceso de ampliación, sino también el análisis de la propuesta de la reforma en profundidad de la UE. No creo que este asunto haya que dejarlo para la presidencia belga, debe empezar a abordarse durante la presidencia española.
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