Taxi en la estación
Bilbao ·
Los taxistas critican su ubicación en la nueva IntermodalHa cuajado el hábito de llamar a la nueva estación de autobuses por su nombre, Intermodal, en lugar de hacer cosas raras como seguir llamándola ... Termibus, pero añadiendo adjetivos aclaratorios que lo complican todo más. «Me refiero a la nueva antigua Termibus», podríamos haber terminado diciendo de no adoptar la solución sencilla, que consiste en referirse a la estación del modo que indica el letrero que preside la estación.
Y, sí, bueno, yo escribo 'Alhóndiga' en lugar de 'Azkuna Zentroa'. El columnismo, ya se ve, consiste en defender con temeridad una cosa y su contraria.
Pero que no nos distraigan mis contradicciones. Una vez conseguido que la estación sea la Intermodal, quizá haya que esforzarse para que sea también del todo intermodal: un lugar en el que se combinan de un modo funcional distintos medios de transporte público. Y no hay pegas en la nueva estación en lo tocante al metro, el tren de Cercanías o las líneas de Bizkaibus, entre ellas la que te lleva en un suspiro al aeropuerto, pero sí parece que puede haberlas con los taxis.
Los taxistas se quejan de que no es fácil para el viajero encontrar la parada que se encuentra en la planta -1 de la estación. También de que la conexión entre esta parada, en la que caben tres o cuatro coches, y la que está en superficie, en Pérez Galdós, y que es donde esperan el resto de taxis, es defectuosa. Los taxistas de la calle no parecen tener un modo sencillo de saber si abajo hay taxis esperando o de si llegan autobuses con potenciales clientes. Sorprende que esta información tan necesaria no circule fácilmente entre los profesionales hoy que conocemos al instante, mediante alertas, notificaciones y mapas interactivos, tantas cosas absurdas.
Lo bueno es que la señalización siempre puede mejorarse y que algunas otras reclamaciones de los taxistas, como la de que se les permita acceder a los baños de la estación, no debería ser complicada de atender. Más importante parece conseguir que el servicio de taxis funcione con abundancia y fluidez en la Intermodal. Para que los taxistas trabajen en condiciones, claro, pero sobre todo porque el taxi es un servicio público. Y un coche blanco con la luz verde encendida puede ser el mejor amigo del viajero que llega a deshoras, cargado de maletas o con prisa por llegar a su hotel en una ciudad con la que no está familiarizado.
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