Una 'Paloma' mayor
Editorial ·
El fuerte aumento de pasajeros hace ineludible la ampliación del aeropuerto de Loiu, que está a punto de superar el límite para que el fue diseñadoel correo
Sábado, 12 de octubre 2019, 23:43
El aeropuerto de Loiu pulverizará este año el récord de pasajeros que registró en 2018. El tirón del turismo en Euskadi y una amplia oferta ... que le ha convertido en la principal referencia del norte de España, sobre todo para vuelos internacionales, le permitirán rozar los seis millones de viajeros a finales del ejercicio. Una cifra que superará con holgura a corto plazo si se cumplen sus previsiones de crecimiento, ampliamente rebasadas en el pasado reciente. El vertiginoso aumento del tráfico desde el inicio de la recuperación económica que siguió a la crisis ha tensionado al límite las costuras de un aeródromo diseñado en su día para un límite de cinco millones de usuarios y que, tras sucesivos remiendos para elevar su capacidad, está en condiciones de albergar a 5,6 millones anuales sin que se resienta la calidad del servicio. Su tamaño, por tanto, empieza a ser un severo problema para absorber el actual flujo de pasajeros y resulta manifiestamente insuficiente para atender la demanda esperada en un futuro próximo. Las reformas parciales en 'La Paloma' no dan mucho más de sí. Hasta ahora han eludido una saturación de las instalaciones, que será inevitable si no se actúa en ellas con rapidez. Ha llegado la hora de plantearse una remodelación integral, que incluya una ampliación de la terminal para adecuarla a una demanda en continuo ascenso.
El imparable incremento del tráfico en el aeropuerto ha disipado las dudas que albergaba el Ministerio de Fomento sobre la conveniencia de emprender tal inversión. El proyecto para ponerla en marcha, gestado en secreto en los últimos meses, se ha visto congelado por la parálisis del Gobierno central y por las incertidumbres que acechan al sector: desde el posible impacto en él de un Brexit sin acuerdo hasta la quiebra del gigante mayorista Thomas Cook, que repercutirá de forma negativa en el turismo español y, por tanto, en las cuentas de Aena, la sociedad que gestiona los aeródromos. Es comprensible que la Administración central extreme la cautela antes de decidir obras de semejante envergadura y con un alto coste, máxime en una coyuntura de frenazo económico. Pero el sostenido crecimiento de pasajeros de 'La Paloma', incompatible con su actual dimensión, emplaza a adoptar soluciones que garanticen la competitividad de una infraestructura básica para el desarrollo de Euskadi y que precisa urgentes mejoras. Al margen de cuándo llegue el tren de alta velocidad, cuya entrada en funcionamiento había sido la principal excusa esgrimida hasta ahora para posponer una ampliación ya inaplazable.
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