Malas notas

El País Vasco es la comunidad que más invierte por alumno y PISA nos sitúa por debajo de la media nacional en Ciencia y Lectura. En Lectura estamos en realidad en el pozo nacional y ojalá alguien menor de treinta años sea capaz de leer estas líneas y entenderlas. Es en Matemáticas donde Euskadi supera ligeramente la media española, aunque lo hace de un modo original: pegándose en esta categoría un batacazo como en ninguna otra. Por suerte, nada de esto es preocupante. El consejero Bildarratz situó ayer los resultados dentro de un bajón generalizado en Europa. Los resultados deben de ser por tanto un éxito de integración comunitaria. Bildarratz también culpó al covid -pandemia que como su nombre indica solo nos afectó a nosotros- e insistió en que nuestro nivel baja como lo hace el de nuestro «contexto comparativo», que incluye al parecer sitios como Finlandia o Países Bajos porque no vas a compararte con Castilla y León, comunidad con la que colindas y que obtiene los mejores resultados del país invirtiendo por alumno menos que tú. En realidad, lo asombroso del informe PISA ya no son tanto los resultados como las excusas. Pronto veremos a un responsable de Educación presentar los datos explicándoles a los periodistas que los resultados han llegado pero que no va a poderlos comentar porque se los ha comido su perro.

Podemos es la fuerza política que más tiempo y energía dedica a jalearse a sí misma. Eso explica que ayer tomasen una decisión difícil y valiente para seguir cambiándolo todo consistente en pasarse al Grupo Mixto. Quizá recuerden que a eso Podemos solía llamarlo transfuguismo cuando se lo hacían a ellos sus parlamentarios en Canarias o Navarra. Ahora en cambio es heroísmo aunque parezca otra matanza interna: una especie de Vista Alegre en el Grupo Mixto. El movimiento en cualquier caso era inevitable desde que los Iglesias-Montero vieron allá por 2013 el primer capítulo de 'House of Cards'. Con él, además de voz y foco, Podemos gana lo que realmente cuenta hoy en la política española: capacidad de extorsión. «Necesitará de todos los votos todo el tiempo», repite últimamente el lehendakari refiriéndose a Pedro Sánchez. Pues, para alegría del PNV y por si faltaba alguien, se suma al club de los imprescindibles Podemos: una organización declinante y sectarizada que parece perfectamente capaz de morir matando. Señalemos como detalle regenerador e ilusionante que la ruptura con Sumar del partido de Pablo Iglesias la anunció en exclusiva el diario digital de Pablo Iglesias.