Broma tibetana
La decimocuarta reencarnación de Buda le da unos besos muy extraños a un chiquillo
No son buenos tiempos para el budismo. Primero se les sube Ana Obregón a la rueda del dharma y después aparece un vídeo en el ... que el Dalai Lama besa a un niño en los labios y le pide a continuación que le chupe la lengua. Sucedió en un acto con estudiantes en el Templo Principal de Dharamsala. Con las cámaras delante. El niño interrumpe al Dalai Lama y este le pide que se acerque. Que se acerque mucho. La escena es inquietante. Y mira que parecía que el budismo había tocado fondo al proclamar a Steven Seagal 'tulku' o lama reencarnado. «Su Santidad a menudo toma el pelo a las personas de forma inocente y traviesa», explica la oficina del Dalai Lama tras lo del niño. Igual lo de Steven Seagal tampoco iba en serio. Y puede que los monjes budistas masacren tamiles en Sri Lanka por travesura.
Mi ignorancia sobre qué se considera una broma en el Tibet es absoluta, pero siempre me ha fascinado cómo le compramos al Dalai Lama la mercancía lumínico-espiritual. De todos los templos en los que hay que descalzarse, es justo en el budista en el que junto a los zapatos dejamos el sentido común. Eso hace que nos traguemos que un hombre santo elija predicar justo en Hollywood o que el budismo no sea una religión como otra cualquiera, sino algo etéreo que no tiene que ver con el poder. Luego llegan los sustos. «No pasa nada por quemar un poco una tienda 'made in China'», soltó en 2008 el monje Thubtem Wangchem en Lehendakaritza mientras Ibarretxe le miraba arrobado con la bufandita ceremonial puesta. Los vascos siempre hemos sido receptivos a la milonga milenaria. Nuestros políticos han llegado a rozar el nirvana junto a una túnica naranja. A la llamada de la luz acuden los presumidos. En su visita de 1997, el Dalai Lama se abrazó a un haya en Ajuria Enea. Puede que le hiciese al árbol algo raro con la lengua. De la crónica en este periódico de aquella visita, yo guardo una frase en el corazón: «Tenzin Gyatso no hizo ascos a los pinchos e incluso dio un sorbo a una copa». Sucedió en una recepción en el Parlamento vasco y ahora sabemos que pudo ser hasta mejor. Ojalá la decimocuarta reencarnación de Buda en la Tierra le hubiese pedido a algún parlamentario que se acercase para darle a él también un sorbo bueno.
'Sí es sí'
Sin enmienda
Poco después de que la portavoz del Gobierno pareciese celebrar las enmiendas presentadas por Esquerra y Bildu a la ley del 'solo sí es sí', la portavoz del PSOE rechazó esas enmiendas por inútiles. Ambas portavoces son ministras del Gobierno. Y fue otra ministra, Irene Montero, la que anunció que Podemos presenta sus enmiendas en línea con las de ERC y Bildu y advirtió al PSOE de que no debe aprobar las suyas con el PP, sino «con la mayoría feminista que sostiene este Gobierno». Tras la Semana Santa, parece que Podemos no forma ya parte del Gobierno sino de la mayoría feminista que sostiene al Gobierno. Eso significa que, cuatriplicando en escaños a Podemos, el PSOE es la minoría machista gubernamental. Y falta por hablar Yolanda Díaz. Recordemos que el Gobierno trata de enmendar una ley del Gobierno. Los corresponsales extranjeros, es urgente: hay que repatriarlos. Si de veras nos preocupa la salud mental.
Biden
Cuatro más
Joe Biden insiste en que se presenta a la reelección y en que no es hora de anunciarlo. Como se luce más de presidente que de candidato, le favorece que no surjan otros aspirantes demócratas. Al mismo tiempo, Biden habla de la reelección apuntando siempre otra idea: le tiene respeto al destino. Es el primer presidente octogenario de Estados Unidos y terminaría su segundo mandato con ochenta y seis años. Aunque puede que lo del destino no lo diga por él, sino por Kamala Harris, que también quiere repetir y tiene la popularidad en el subsuelo.
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