Negros y radiantes
Comienzan a circular los coches de Uber por Bilbao
Uber comenzó a funcionar ayer jueves en Bilbao. El miércoles por la noche el director de la compañía en España, Juan Galiardo, avisaba a Alfonso ... Gil por correo electrónico. «Nocturnidad y alevosía», resumió ayer el concejal de Movilidad. Sin duda lo parece, pero yo no quiero pensar mal. Prefiero fantasear con la hipótesis de que el apenas treintañero directivo de la gran empresa tecnológica no se aclara con el smartphone y los mails, que pierde los correos que escribe, tiene los dedos demasiado gordos para teclear bien y llevaba una semana intentando escribirle a Alfonso Gil, sin éxito, mientras se acordaba de todos los muertos de Silicon Valley y no dejaba de repetirse lo fácil que se solucionan las cosas quedando para tomar una caña.
Sé por supuesto que esta idea mía no es más que una ilusión. Como lo es la que el Ayuntamiento viene trasladando desde hace tiempo: Uber no llegará a Bilbao, lo tendrá «muy difícil». Pues ahí están los coches negros, con sus chóferes encorbatados y sus pegatinas identificatorias, que al parecer tampoco se ven tanto. Los conductores de Uber que ayer recorrían la ciudad evitaban pasar cerca de los taxis. Los coches negros temen a los coches blancos. Y eso que el sector del taxi ha dicho que no habrá lío. Confían en que el Ayuntamiento y el Gobierno vasco pongan a Uber en su sitio.
El problema es que la Administración vasca podrá hacer eso dentro de un orden. Y, mientras el Ayuntamiento parece aspirar a ser algo así como la tumba de Uber, en el Gobierno vasco se suele hablar más bien de «convivencia». Los taxistas entienden que la convivencia no es posible porque su rival persigue suplantarles. Cierto que ayer los taxistas también dijeron que la llegada de Uber es el «fin del Estado de Bienestar». Parecía que se referían a las condiciones laborales de los conductores de Uber, pero en realidad hablaban del Estado de Derecho. La gran victoria del taxi sería que estos días en Bilbao la gente se bajase de los coches negros pensando que se va mucho mejor en los coches blancos de toda la vida. El sector del taxi se muestra entre nosotros institucional. Saben que la única kryptonita que se ha revelado capaz de frenar a Uber es la prohibición legal de contratar los servicios de VTC con inmediatez. Y se espera que el decreto que el Gobierno vasco tiene anunciado para antes de fin de año vaya justo en esa dirección.
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