Falta de humanidad
- EDITORIAL - ·
El Correo
Lunes, 2 de noviembre 2020, 23:28
La Iglesia vasca tardó años en pedir públicamente perdón por las «complicidades, ambigüedades y omisiones» que se dieron en su seno ante la barbarie de ... ETA. Una falta de empatía con las víctimas no muy distinta a la mostrada durante largo tiempo por otros sectores. Su contundente respuesta a la intolerable justificación de la violencia por parte del expárroco de Lemoa Mikel Azpeitia, al que ha apartado de todas sus funciones, era obligada y demuestra el claro compromiso de no consentir en sus filas ofensas a la memoria de los damnificados por el terror. Asegurar de los asesinados que «su merecido se llevan» y definir el tiro en la nuca o el coche bomba como la reacción de «un pueblo oprimido al que quieren conquistar», como ha hecho el sacerdote, va más allá de una repugnante infamia: revela la indecencia moral que aún anida en sectores minoritarios de la sociedad tras la incontestable derrota de ETA. El Obispado de Bilbao ha actuado con la rapidez y firmeza debidas ante unos pronunciamientos no solo abiertamente contradictorios con los valores que predica el cristianismo, sino carentes de la más mínima ética y hasta de cualquier brizna de humanidad.
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