El reloj del futbolista
La criminalidad se utiliza para manipular a la opinión pública o para intentarlo
El nombre de Robert Lewandowski tiene tal capacidad de ignición que si le roban el reloj se enciende al instante la mecha de una noticia. ¿ ... Quién no ha oído hablar del reloj de Lewandowski, ese Patek Philippe valorado en 70.000 euros? Su peso en euros contribuye a su peso en megabytes, los que la historia alcanzó en páginas y redes. A Dani Olmo le robaron el suyo, valorado en 30.000 euros, a comienzos de verano. Son noticias que despiertan un amplio interés, al contrario que la reforma de la ley del Poder Judicial o la del mercado eléctrico europeo.
Sin embargo, a pesar de ser menos trascendentales, las aventuras de los futbolistas tienen, como la novela negra, la capacidad de interrogarnos sobre el mundo. ¿Por qué sus relojes cuestan miles de euros? ¿Por qué sus coches son tan caros? ¿Por qué los futbolistas son millonarios y los científicos no? ¿Por qué son intensamente admirados y no lo son las enfermeras? ¿Es posible que los delincuentes se atrevan a robar a estos ídolos de las masas? Se comprueba, en fin, que los delincuentes tienen muy poco respeto a la dorada fama y al genio altamente especializado de las estrellas del fútbol. Estas sienten una atracción irresistible por el lujo aparatoso, el cual termina uniendo su destino al de los ladrones, en general bandas también especializadas que trabajan en Ibiza, Costa del Sol y por ahí.
Cuando los actos criminales van dirigidos contra los mortales corrientes, se necesita el peso de los números para que nazca de ellos un titular. Las recién terminadas fiestas de Bilbao han generado grandes números de éxito y de asistencia. Todo ha sido tan enorme que, apenas ha muerto Marijaia en la hoguera, ha empezado el imponente desfile de cifras: 1.609 delitos (que se sepa), 257 detenciones, 184 denuncias de hurtos de carteras y móviles, 23 robos con intimidación y 13 detenidos solo en la última noche. Mientras unos acudían a la fiesta, otros trabajaban a destajo arruinándoles la diversión. Otra forma de que los delitos contra ciudadanos anónimos llamen la atención es que, por su naturaleza, causen especial inquietud (agresiones, homicidios, delitos contra la libertad sexual). El tema de la criminalidad es muy sensible, pues linda con la justicia, el miedo, el odio, la ley, la seguridad y otras muchas cuestiones (y emociones) de la mayor influencia. Por eso, es uno de los que más se usan para manipular la opinión pública o intentarlo.
En cuanto a los futbolistas, no crean; que les roben medio millón de euros en especie como a Castillejo, o cerca de tres como a Marco Verrati, les afecta más a los nervios que a las finanzas.
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