Otra vez Elon Musk
Se ha ido acostumbrando a que la realidad se rinda a sus deseos, no le gusta la oposición
Hace tiempo me caía bien Elon Musk, cuando sabía poco de él. Sabía que le habían hecho 'bullying' en el colegio (eso no está bien), ... sabía que era un hombre hecho a sí mismo y que financiaba proyectos que no parecían tener como única meta el lucro, sino el trazado de nuevas rutas en la evolución humana. También parecía interesado en combatir el calentamiento global. Ahora sé muchas cosas de Elon Musk, como todo el mundo, ya que el personaje genera más noticias que muchos jefes de Estado.
Sé que, en su historia de triunfo personal, un golpe de suerte (el éxito de Paypal) le colocó en una posición ventajosa que sus dudosas dotes de visionario no han conseguido destruir. Sé que fue un niño rico, pero que luego su madre y él lo pasaron mal cuando emigraron a América. Sé que según Bill Berg, profesor de ingeniería retirado y miembro de la organización Save Rio Grande Valley, la influencia de Space X en el área de Boca Chica ha hecho que esta «se parezca a Marte antes de que ellos lleguen allí». También sé que con Elon Musk el tecnofeudalismo ya ha comenzado. Es malo que un solo hombre acumule tanto poder: malo para su equilibrio mental, para sus empleados, para sus opositores. Sí, Elon Musk es un fenómeno unipersonal de tal envergadura que tiene opositores: todos los que se oponen a sus planes, sus gamberradas, sus locuras, sus estropicios. A Musk no le gusta nada la oposición. Se ha ido acostumbrando a que la realidad se rinda a sus deseos. Pero la realidad es muy tozuda y ahora, en Alemania, le ha puesto una zancadilla que puede hacer caer sus planes de levantar una megafactoría en la región de Grünheide.
En la zona escogida, la tala de árboles ya ha comenzado a crear un paisaje marciano allí donde abundaba la vida terrestre. Los informes sobre el abastecimiento de agua eran contrarios desde el principio, pero Musk se lo tomó a risa. «Hay agua por todas partes», decía. La oposición, sin embargo, abarca a esos vecinos que evitan regar el césped en verano (por expresa petición de las autoridades), organizaciones ecologistas y la misma Agencia de Medio Ambiente del Estado de Brandenburgo. Parte de la superfactoría está en una zona de protección de aguas, es decir, una zona que produce el agua de la región, pues la Naturaleza también produce cosas, precisamente las más necesarias. Los argumentos del tipo 'miren el agua' son del mismo grupo que '¡pero si hace frío!' cuando se trata de negar el calentamiento global, el cual, precisamente, ha dado lugar a sequías anuales en zonas de Europa donde eran una rareza. El Rhin podría dejar de ser navegable en los meses de estío si el clima evoluciona de forma inconveniente, y la supergigamegafactoría de Musk será una enorme cosa sedienta si llega a construirse.
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