El Muro de las Lamentaciones
Aquellos que me leen habitualmente saben de los lazos personales y emocionales que me unen a Argentina. También del insaciable interés que me despierta su ... recién estrenado presidente, Javier Milei. El viaje a Israel esta semana representa su primera visita oficial y no ha defraudado. Su llegada al Muro de las Lamentaciones ha resultado indescriptible. La congoja que le sobrevino al argentino, casi desfalleciendo en los brazos de su rabino; el llanto, casi de duelo, y su pose de crucificado no hace sino ratificarme que este hombre va a darnos sorpresas de todo tipo.
Los argentinos, que le votaron conducidos por la desesperación, no contaron con que los presidentes visitan a sus homólogos y que a Milei el protocolo se la trae al pairo. Después de pasear por los kibutz asaltados por Hamás y con cara contrita partió a Roma. Allí se le fotografió frente al Coliseo romano con chupa de cuero y acompañado por su inseparable hermana Karina, con un semblante distinto. Su agenda romana comienza hoy con la participación en la canonización de la primera santa argentina, María Antonia de San José Paz y Figueroa, conocida como 'Mama Antula'. Milei, que es un hombre religioso e incontrolable, estoy segura de que dará escenas impagables entre el peronista Jorge Mario Bergoglio y él, con el Vaticano como escenario.
El líder libertario parece dar a las creencias un papel relevante, y tras esta gira de santificación tendrá que enfrentarse no solo a los rumores de la posible derogación de la ley del aborto sino al revuelo existente en el país sobre aspectos que no se resuelven precisamente con oraciones.
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