¿Elon Musk se cae del caballo?
Parece que Elon Musk ha tenido su particular caída del caballo y se ha replanteado su colaboración con el presidente Trump. El miércoles anunció en ... su red X que dejaba definitivamente sus funciones al frente de ese Departamento de Eficiencia Gubernamental que se proponía acabar con los ingentes gastos públicos de la Administración estadounidense. Lo cierto es que el empresario había contratado para su misión a un grupo de jóvenes ingenieros que entraron como un elefante en una cacharrería en las agencias gubernamentales y mandaron a la calle a miles de funcionarios, sin contar con que sus métodos les acarrearían recursos en los tribunales con numerosas sentencias en contra. A Musk, en particular, su trabajo y compromiso con el apoyo de la gestión de Trump le trajo un montón de conflictos de intereses, a fin de cuentas, el seguía siendo un empresario que trabajaba con la misma Administración que estaba desmantelando. Y eso incluía su empresa de vehículos eléctricos Tesla, que sufrió no solo una terrible caída en bolsa sino ataques a sus concesionarios.
El empresario ha reconocido que se equivocó al «dedicarle tanto tiempo a la política (...). Se hace muy cuesta arriba lograr cosas en Washington». Al margen de estas apreciaciones personales, Elon Musk, poseído por la euforia, ha quedado al descubierto y como rectificar es de sabios, su movimiento pide una redención a gritos. Pero, ¿hay algo detrás? Pues parece ser que sí, pues entró como 'empleado gubernamental especial' y las condiciones contractuales del cargo están sujetas a una caducidad que vencía la semana próxima. A eso se llama nadar y guardar la ropa.
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