Certezas
También es mala suerte: ahora que creíamos que Don Juan Carlos había regularizado finalmente sus asuntos pendientes con Hacienda, va y aparece otra de esas ... malditas cuentas con muchos millones escondidos. Y tenía que estar precisamente en Andorra. Qué casualidad. Hasta ahora, Andorra siempre nos había recordado a 'la famiglia'. A los Pujol, quiero decir, ya sabéis. Pero está visto que, a partir de ahora, también nos va a recordar un poco a Juan Carlos. Y espera, porque claro, ya sabes, como decía Kafka: «Si aparece una, puede aparecer otra». Y eso es lo malo. Que se ponga otra vez en marcha la insidiosa maquinita de las suspicacias. En fin. De todas formas, yo, cada vez que oigo hablar de los Pujol me acuerdo (como por asociación inconsciente, supongo) de la lentitud de la justicia. Porque la lentitud de la justicia siempre está ahí. Por lo que sea. Y puede ser una cosa muy útil, si se sabe manejar bien. La gente cumple años y se muere. Es lo normal. Es ley de vida. También lo decía Kafka, creo: «Solo es cuestión de esperar».
Por otro lado, una buena noticia para los fans de la monarquía, menos mal: de repente, surge una encuesta asegurando que tres de cada cuatro españoles piensan que el Rey Felipe VI lo está haciendo bien. Ok. La conclusión es el resultado de 1.300 entrevistas telefónicas. Un buen trabajo, sin duda. La sociedad necesita cosas así. Certezas. Algo sólido a lo que agarrarse. Porque si no hay certezas, entonces, ¿qué? Entonces, nada. Hay que fabricar certezas como sea. De eso se trata. De lo contrario, estamos perdidos. Fabricar certezas y dejar que pase el tiempo. Así es como se solucionan casi todos los problemas.
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