Sanjuaneros de los pies a la cabeza

Martínez se hizo cargo hace no mucho tiempo de la tienda sanjuanera por excelencia. Los propietarios de El Gallego, que han vestido a los mirandeses durante décadas, se jubilaron y ella cogió el traspaso. La tradición se mantiene, porque en las últimas semanas son pocos los que no han pasado por su local a por algún complemento. «Sabes cuales son las cuadrillas más numerosas y de esas tienes ya preparadas varias tallas, aunque siempre tienes que hacer alguna más. También te informas de cuales son las que más niños tienen porque son los que más necesitan renovar vestuario a medida que crecen», explica la dueña, que al verlo desde dentro, no oculta su sorpresa por la cantidad de personas que cambian de 'colores'.

Son sus principales clientes, aunque también están los que han perdido la blusa o la tienen muy usada. «La mayoría la lleva durante años, sobre todo si son fundadores y la tienen mucho cariño, pero también hay personas a las que les gusta ir impecables estos días», apunta Martínez, que pese a la subida generalizada de todas las materias primas, ha intentado mantener los precios. El bolsillo de los sanjuaneros lo agradecerá, porque cada uno gastará en los próximos tres días una media de 200 euros.

Gran parte de esa cantidad se destina a la cuota de la peña, que cada vez incluye más cosas: comida de los tres días, bebida, descuentos en consumiciones de los bares,... A eso hay que sumar la renovación de indumentaria y los gastos adicionales de los tres días. Si se tiene en cuenta que la Cofradía tiene cerca de 12.000 socios, solo los sanjuaneros mueven más de dos millones de euros a lo largo del fin de semana, cantidad a la que se debe añadir el dinero que tanto la entidad presidida por Roberto López Davalillo como los hosteleros destinan a espectáculos musicales, así como el presupuesto en pegatinas, carteles,... Y es que la hostelería quizá sea el sector más beneficiado, pero las fiestas llenan la caja de muchos negocios de la ciudad.

Para El Gallego, la facturación de los meses previos supone un porcentaje muy elevado de sus ingresos anuales, pero no es el único caso. Los restaurantes y bares también ganan en estos días mucho más que en otras fechas y lo mismo sucede con músicos, técnicos de sonido, imprentas, supermercados, panaderías...

Los años de pandemia, la economía local se resintió porque la suspensión de los eventos dejó a muchos establecimientos sin un ingreso que era esencial para mantener a flote sus negocios. El retorno de San Juan es esperado con ganas por todos, blusillas y comerciantes.

Ayer ya se pudieron ver blusas por las calles, con motivo del pregón, pero a partir de hoy la marea multicolor inundara cada rincón. La blusa es una seña distintiva, pero también entraña un sentido de pertenencia. Cada sanjuanero luce con orgullo los colores de su cuadrilla y vive tres días sin pensar en nada más. Luego, la indumentaria volverá con mimo al cajón y tocará empezar otra vez la cuenta atrás.