Comercio 'abierto por obras'

En el temor a perder la campaña navideña coinciden todos los establecimientos, sin importar el sector. Las discrepancias llegan en las propuestas para evitar los mejores meses de ventas, ya que varios proponían posponer las obras a enero, algo que el Ayuntamiento ha descartado porque no quiere que se solapen con la segunda fase de Arenal al ser dos calles muy céntricas, lo que colapsaría el tráfico.

La reunión mantenida esta semana con los afectados ha aclarado muchas dudas. Las zonas que se utilizarán para el aprovisionamiento de material, la altura de las vallas, el espacio que quedara para circular,... son algunas de las inquietudes comunes. «Es importante que dejen un buen paso para los peatones y facilitar el acceso a los locales, pero nos han asegurado que van a colocar unas pasarelas», asegura Fernando Zatón, de Acecca, que recuerda que el comercio local viene de una larga temporada de crisis por la pandemia de la que le está costando recuperarse.

La experiencia de la primera fase de mejora de la calle sirve como referencia, sobre todo para los establecimientos que están en la zona de Francisco Cantera, ya que la anterior obra llegó hasta esa calle y la actual comenzará en dicho punto, por lo que se han visto doblemente afectados. «Esperamos que la empresa adjudicataria cumpla con los plazos y que sea más cuidadosa que la anterior. Viendo las obras que ha realizado en la ciudad, la verdad es que da confianza», afirman desde Joyería Albéniz, muy críticos tanto con la ejecución como con el acabado final de los trabajos acometidos en el primer tramo de la calle, donde algunas baldosas se han levantado en pocos meses.

Dentro de las peticiones planteadas al Ayuntamiento en la última reunión, una de las que ha sido atendida es la de reducir el tamaño de las vallas. En un inicio superarán los dos metros de altura, pero posteriormente se reemplazarán por unas más bajas que tengan menos impacto visual. «Es fundamental que los clientes vean que estamos abiertos y que les resulte igual de cómodo que hasta ahora venir a vernos», afirma Zatón, aunque es consciente de que las ventas siempre se resienten cuando la calle está en obras. «Es inevitable, pero tenemos que intentar entre todos minimizar las consecuencias», remarca.

Algunos establecimientos ya están pensando en posibles alternativas para paliar ese descenso de clientes. En el caso de Global Color TPF, los productos que vende requieren en muchos casos de una zona para aparcar porque pesan y no son fáciles de transportar. Precisamente en su calle es el lugar en el que está previsto colocar la zona de acopio de materiales, lo que restará plazas de aparcamiento. «Nos estamos planteando ofrecer servicio a domicilio esos meses porque lógicamente quienes vienen a buscar un par de botes de pintura de 20 kilos, si no pueden dejar el coche casi en la puerta, se van a ir a otra tienda», explican.

La reforma integral de Ramón y Cajal se hará en dos fases. La primera de septiembre a diciembre, afectará al tramo entre Francisco Cantera y Cid. La segunda, tras un pequeño parón navideño, completará hasta Comuneros de Castilla. Los trabajos han sido adjudicados a Antis por algo más de 600.000 euros y el proyecto se ha explicado ya a vecinos y comerciantes de la zona.