EL CORREO acompañará a Alex Txikon en su ascensión invernal al Manaslu
El alpinista vasco, acompañado por el alpinista italiano Simone Moro, buscará la primera ascensión íntegramente invernal al octavo ochomil. El periodista Fernando J. Pérez relatará día a día los pormenores de la aventura
FERNANDO J. PÉREZ
Lunes, 28 de diciembre 2020, 10:07
Cuatro años después de lograr la primera invernal al Nanga Parbat, Alex Txikon y el italiano Simone Moro vuelven a unir sus destinos en pos de un nuevo objetivo: el Manaslu y sus 8.163 metros, en Nepal. Esta vez irá acompañado del periodista de EL CORREO Fernando J. Pérez, que relatará día a día los pormenores de la expedición y de la vida cotidiana en el campamento base. Será la primera vez que un medio de comunicación cubra in situ una expedición invernal de Alex Txikon y viva en primera persona las duras condiciones de vida de sus aventuras.
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En este caso, el octavo ochomil más alto ya ha sido ascendido en la temporada más fría (Maciej Berbeka y Ryszard Gajewski en 1984), así que su plan será hollarlo en una expedición íntegramente invernal, ya que los polacos llegaron al campo base a principios de diciembre. Además, intentarán encadenar la cima del Manaslu con el Pináculo, el sietemil más alto del planeta (7.992 m), una aguja cercana al Manaslu y que caracteriza su perfil.
El alpinista vasco ha desvelado en el Museo Vasco de Bilbao los detalles de la expedición, junto a Lorea Bilbao, diputada de Euskera, Cultura y Deporte. En este viaje, Txikon y Simone Moro estarán acompañados por otros tres alpinistas, el guipuzcoano Iñaki Álvarez, compañero habitual de Alex, y los sherpas Chhepal y Kalden Phura, que también han acompañado al de Lemoa en sus últimas expediciones invernales. La expedición partirá de Bilbao el 31 de diciembre y en torno al 15 de enero estarán instalados ya en el campo base, a 4.900 metros, preparados para equipar la montaña con los tres campos de altura que tienen previsto instalar. A partir de ahí, y si la meteorología no retrasa los planes, en la primera quincena de febrero estarían ya preparados para intentar alcanzar la cima.
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Una expedición contada desde el campo base
Tras cuatro inviernos intentado hollar las dos cumbres más altas del mundo, Alex Txikon opta ahora por un ochomil «que me gusta especialmente y me trae muy buenos recuerdos de cuando lo hollamos Edurne y todo su equipo» en 2008, pero también más accesible tanto el lo económico como en los deportivo. «Los retos del Everest y el K2 eran extremos, con una posibilidades realmente escasas de hacer cima, así que esta vez creo que tocaba un ochomil más 'cómodo', que espero que nos ofrezca más opciones de hollarlo». «Luego -añade- está el capítulo económico, especialmente importante en el año tan complicado que estamos pasando. Y desde luego una expedición al Manaslu nos sale más barata que repetir en el Everest o el K2».
El Manaslu es un ochomil de los considerados 'comerciales'. Técnicamente no es difícil y cada temporada es hollado por centenares de alpinistas -entre 300 y 400 los últimos años- enrolados en expediciones que les equipan la ruta desde el campo base hasta la cumbre, al estilo del Everest. Y la mayoría de ellos con bombonas de oxígeno, pese a ser un ochomil 'bajo'. Esta accesibilidad en temporada alta cambia radicalmente en invierno, donde la gran cantidad de nieve que acumula dificulta notablemente la progresión de los alpinistas e incrementa peligrosamente la posibilidad de que se produzcan aludes.
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Y es que esta es otra de las singularidades del Manaslu frente a otros ochomiles en invierno: la nieve. La temporada más fría en el Himalaya se caracteriza por el frío y los vientos huracanados, pero las precipitaciones son escasas. En el Manaslu se les añade además el blanco elemento por su localización y orientación. Y además en proporciones superlativas. No hay que irse muy lejos para constatarlo. En 2019, Simone Moro tuvo que abortar su intento apenas dos semanas después de llegar al CB antes la persistencia de las nevadas, que dejaron una capa de seis metros de espesor en los alrededores del campo base.
Otro de los alicientes distintivos de la expedición será hollar también el conocido como Pináculo Este. Se trata de un viejo objetivo de Simone Moro, que vuelve por tercera vez al Manaslu en busca del doble premio que supone encadenar el octavo ochomil y el siete mil más alto. La dificultad del objetivo queda plasmada en el hecho de que dicha travesía solo se haya realizado una vez, en 1986 y por dos de los más grandes himalayistas polacos de todos los tiempos, Jerzy Kukuczka y Artur Hajzer. En su caso, la travesía fue a la inversa respecto al proyecto de Simone y Alex. Primero hollaron el Pináculo y luego escalaron el Manaslu. Además, lo hicieron en dos días, descansando durante la noche intermedia en el último campo de altura, mientras que ahora vasco e italiano pretenden encadenarla de una tacada, 'non stop'.
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Para Alex Txikon esta será su séptima expedición invernal consecutiva a un ochomil y la décima en los últimos once años. Tras intentarlo en 2015, en 2016 hizo cima en el Nanga Parbat, que entonces era el penúltimo de los ochomiles, junto al K2, pendientes de escalar en invierno. En aquel hito le acompañaron Simone y el pakistaní Ali Sadpara, mientras que la italiana Tamara Lunger se dio la vuelta a poco más de cien metros de la cima. En los años siguientes, su empeño se centró en las dos cumbres más altas del planeta. El Everest lo intentó en 2017, 2018 y 2020, mientras que el K2 fue su objetivo en 2019.
Simone Moro tampoco necesita presentaciones. Iguala a toda una leyenda -Jerzy Kukuczka- como el alpinista con más primeras ascensiones invernales de la historia (4): El Shisha Pangma en 2005 (con Piotr Morawski), el Makalu en 2009 (con Denis Urubko), el Gasherbrum II en 2011 (con Denis Urubko y Cory Richards) y el ya citado Nanga Parbat en 2016. Y a lo largo de su carrera ha intentado hollar casi todos los ochomiles en invierno. Entre las excepciones está el K2 por una promesa hecha a su mujer, que un día soñó que su marido sufría un accidente en aquella montaña. Entre estos, intentos el Manaslu figura dos veces, en 2015 (con Tamara Lunger) y 2019 (con Pemba Gelje Sherpa), expediciones ambas abortadas por la acumulación de nieve.
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«Estoy muy contento de volver por tercera vez al Manaslu con un equipo pequeño y muy fuerte. Conozco a Alex desde 2003, somos buenos amigos y ya hemos hecho un ochomil en invierno juntos, así que será una experiencia muy positiva», ha dicho en la rueda de prensa. El italiano también confirma que esta aventura «no va a ser fácil. Es una montaña que cambia totalmente de primavera u otoño al invierno y todo va a depender de la meteo. Si encontramos la nieve de las dos veces anteriores que he estado será imposible, porque yo no quiero morir en una montaña».
Una expedición nepalí lo intentará en estilo alpino
Alex Txikon y sus compañeros no estarán solos en el Manaslu. Hace menos de una semana, otra expedición desvelaba sus planes para este invierno también en el octavo ochomil. Y desde luego será un equipo singular. Para empezar estará formado por solo dos alpinistas, que además serán nepalíes, Tenji Sherpa y Vinayak Jaya Malla. Por si fuera poco, esta cordada de los guías profesionales ha avanzado que su intención es intentar la cima en estilo alpino y por supuesto sin oxígeno artificial.
Pocos más detalles se conocen de la expedición, además de que, según han informado medios nepalíes, está financiada por el exsoldado gurkha Nirmal Purja, que en 2019 saltó a la fama tras hollar los 14 ochomiles en poco más de seis meses. Desde entonces, se ha convertido en el alpinista más mediático del mundo, cambiando radicalmente la imagen que existe de los alpinistas nepalíes y sherpas como meros trabajadores de las montañas al servicio de sus clientes.
El último golpe de efecto de Nims, apodo con el que se conoce a Nirmal Purja, ha sido plantarse en tres días en el campo base del K2 (la aproximación dura como mínimo una semana, y más en esta época). Sin dejar pasar siquiera 24 horas él y su equipo de sherpas se han echado la mochila a la espalda y ha anunciado su intención de llegar de una tacada hasta el campo 4, a casi 8.000 metros, algo que nadie a logrado aún en invierno en el K2, el único ochomil sin escalar en la época más fría del año.
LOS ALPINISTAS
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ALEX TXIKON NARVÁEZ Lemoa, 38 años.
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SIMONE MORO Bérgamo (Italia), 53 años.
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IÑAKI ÁLVAREZ NAVARRO Zumarraga, 45 años.
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CHHEPAL SHERPA Khunde (Nepal), 38 años.
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KALDEN SHERPA Pangboche (Nepal), 33 años.
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