Los estupendos menús de El Ciervo (Bilbao) que mezclan la cocina tradicional y peruana
El bar vecino a la estación de Casco Viejo ofrece platos de la cocina tradicional puesta al día con guiños a la cocina peruana
Antonio García, nacido en Perú, donde ejercía como contable, llegó a Bilbao en 2005 y en el 2017 empezó a trabajar en la cocina, su verdadera pasión. Tras estudiar en la Escuela de Hostelería de Artxanda y sacarse el título en la Escuela de Hostelería de Leioa comenzó a trabajar en los fogones del Sustraiak del Casino de Bilbao, el restaurante del Club de Campo de Laukariz o el Gon-Vaz.
El Ciervo (Bilbao)
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Dirección Askao, 7
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Teléfono 62338766
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Redes Sociales Instagram
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Precios Menú del día: 14 €. Menú de fin de semana: 18 €
El 13 de abril del 2021, aunque la situación no era la más propicia para la hostelería, se hizo cargo de El Ciervo junto a su mujer, Naiara García, responsable de la barra del bar y de la atención en la sala. El Ciervo abre sus puertas a las seis de la mañana para dar de desayunar a los más madrugadores. Al mediodía ofrecen un estupendo menú diario a un precio muy asequible, entre cuyo platos se puede disfrutar de patatas a la riojana, lentejas con chorizo, codillo de cerdo asado con patatas fritas o salmón a la plancha con guarnición, y el sábado y domingo un menú fin de semana.
Antonio García cocina magníficamente y por encargo elabora platos de la cocina peruana, desde ceviches a anticuchos. En su comedor, con espacio para 30 comensales, se disfruta de platos como la sabrosa ensaladilla rusa, langostinos a la plancha, flor de alcachofa cocinada a baja temperatura y terminada a la plancha con jamón ibérico.
Para continuar, lascas de bacalao sobre pisto de verdura y crujiente de su piel, solomillo de cerdo ibérico con patatas risoladas y salsa de naranja con reducción de Grand Marnier, que está estupendo. De postre no se pierdan la tarta de queso, muy ligera, con frutos rojos, coulis de fresa y pimienta negra. Todo ello acompañado de un txakoli Itasmendi o un tinto El chico Robusto de la bodega de San Martín de Ábalos, que les ha ayudado mucho en este año de rodaje.