«La idea es lograr que la gente se pirre por venir a Bizkaia»
El chef de Larrabetzu recita los nombres de los trabajadores de Eneko a los que ha contagiado su «obsesión». «El glamour dura muy poco, mi equipo sabe lo que cuesta conseguir esto»
Eneko Atxa, sabor cinco estrellas. Si esto fuera un spot publicitario habríamos encontrado el eslogan perfecto. Pero hablamos de cocina. Aquí no hay atajos ni ... frases redondas. «El glamour dura muy poco. Todo mi equipo sabe lo que cuesta levantar el telón cada día, saben lo que cuesta conseguir una estrella», señala desde Lisboa el cocinero vasco.
-¿Cómo ha recibido su quinta estrella Michelin?
-Con una inmensa alegría. Venía con una pequeña esperancita... pero uno nunca sabe. La necesitábamos, la verdad. Esta estrella para Eneko Bilbao nos hace mucho bien después de haber trabajado tanto este año. 2018 ha sido largo y difícil. Hacerse un hueco en Bilbao no es nada fácil.
-¿De qué sirve?
-Repito que es el empujoncito que nos hacía falta. Es algo bueno para el territorio, un nombre más para que la gente se acerque a Bilbao.
-En Eneko Bilbao, Ander Barrenetxea, a quien usted llama 'mi hermano pequeño', es ya jefe de cocina...
-Así es. Aquí me acuerdo de tanta gente joven... De Ander, de Juan Muñoz, de Urko Mugastegui, de Silvia, de Garazi... De todos. Son unos máquinas. Siempre. El glamour dura muy poco. Todo mi equipo sabe lo que cuesta levantar el telón cada día. Saben muy bien lo que cuesta conseguir una estrella.
-¿Y cómo se toma el poder contar ya sus entorchados con los dedos de una mano (tres en Azurmendi, uno en Eneko Larrabetzu y otro en Eneko Bilbao)?
-Entiendo que vamos creciendo. Pero desde la humildad, el esfuerzo y el trabajo. Se trata de hacer una marca más grande y más fuerte para Bizkaia. Aportar, desde la gastronomía, un atractivo más potente para nuestro territorio. El deseo es que la gente se pirre por venir a Bizkaia... La gastronomía nos aporta mucha identidad, es nuestra fuerza.
-¿En qué ideas forma a su gente?
-Se trata de cocinar con una identidad propia, manteniendo la excelencia. Y transmitir, a través de la gastronomía más avanzada, los valores de nuestro territorio y de nuestra cultura. Todos los miembros de mi equipo llevan tatuada nuestra gastronomía en la piel. Trato de trasladarles mi obsesión por la excelencia a todos y cada uno de los platos que preparan. La gastronomía, el deseo de hacer feliz a cada cliente, es un lenguaje universal.
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