Urgente Normalidad en el metro tras los retrasos provocados por el desmayo de una mujer que ha caído a las vías en Algorta
Fotografías: Guillermo Elejabeitia
Jantour | Restaurantes

Cambió la bata de farmacéutica por el delantal y ahora regenta el bistró más bonito de Castro

Dos outsiders de la gastronomía convierten Magnolia en una de las mesas más solicitadas de la localidad cántabra

Domingo, 14 de septiembre 2025

El sitio es una monada. Donde quiera que poses la mirada encuentras un detalle, aquí un ramito de flores secas, allá una lamparita de diseño, al fondo unos pajaritos de cerámica sobre un paisaje mural... Pero que nadie se lleve a engaño, Magnolia es mucho más que un envoltorio bonito. Este pequeño bistrot de Castro, hermano menor de un local del mismo nombre en Santander, tiene enjundia culinaria, un servicio de los de quedar bien y, lo más importante, alma propia.

Publicidad

La que le brindan Zaka de la Maza y Jorge Setién, convertidos a día de hoy en hosteleros de éxito, aunque su trayectoria no tenía nada que ver con el sector. Ella es farmacéutica y él ha desarrollado la mayor parte de su carrera en la radio. Disfrutaban de la gastronomía como cualquier aficionado, o quizá algo más, porque durante años fantasearon con montar un restaurante a la medida de lo que les gustaría frecuentar.

El anhelo se materializó en 2011, cuando decidieron convertir el chalet familiar de Suesa en un espacio gastronómico ajardinado que no tardó en pitar: «Abrimos sin avisar a nadie y se nos fue de las manos», cuenta Zaka. El éxito fue tal que unos años después dieron el salto a Santander, y más tarde surgió la oportunidad de abrir en Castro. Alérgicos a cualquier cosa que huela a franquicia, decidieron traspasar el chalet. «Dos es suficiente, así siempre podemos estar nosotros».

La propuesta culinaria se basa en una máxima inapelable: «Ofrecer lo que a nosotros nos gusta comer». Eso arroja un resultado de lo más ecléctico: hay guiños a la cocina italiana, notas orientalizantes, mucho producto cercano y aún queda hueco para guisos de tronío. Así, en la carta conviven con naturalidad un carpaccio, un tataki, una ración de morcilla o unos callos a la montañesa.

Empezamos con un carpaccio de gambon y langostinos, con curry rojo, cebolla morada y cacahuetes. La idea la hemos visto en otros sitios, pero no es una copia barata. Equilibridado, terso y con una presentación colorista, se ha convertido en uno de los clásicos de la casa. La morcilla es de León y se la compran a Matachana. ¿Qué pinta en la carta de un bistró de Castro? ¡Qué más da! Está para chuparse los dedos.

Publicidad

Los chipirones también van por libre, al acompañarlos de queso cremoso y pesto, Zaka simplemente está cocinando lo que a ella le gusta. Y funciona. El punto, por cierto, es irreprochable. Rematamos con un tataki de ternera con chimichurri y una tatín de manzana. El último regalo para la vista lo ofrece la cuenta, bastante moderada teniendo en cuenta la calidad y el esmero puesto en cada detalle.

De la farmacia al fuego

Estudió Farmacia, hizo la especialidad de Bioquímica en el hospital de Valdecilla y tenía el futuro asegurado al hacerse cargo de la farmacia familiar, pero Zaka de la Maza prefirió ponerse el delantal y mancharse las manos en la cocina. Su morro fino y su buen olfato le han llevado a levantar no uno, sino dos restaurantes de éxito en Cantabria. Su cómplice en el proyecto es Jorge Setién, economista de formación que trabajó muchos años en la Cadena Ser. El equipo de sala resulta atento y eficaz, incluso en los picos de trabajo, y la carta de vinos –casi toda por debajo de 20 euros– invita a descorchar con alegría.

Magnolia

  • Dirección: República Argentina, 1. Castro Urdiales

  • Intagram: magnoliabar.es

  • Teléfono: 942000844.

  • Precios: Carpaccio: 21 €. Morcilla de León: 13 €. Chipirones plancha : 21 €. Tataki de vaca: 21 €. Postres caseros: 5 €.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad