El poderoso fruto rojo que ayuda a controlar la hipertensión y es el mejor aliado para las embarazadas
Madura en verano, es antioxidante y tiene mucha fibra. Uno de los frutos rojos con más propiedades de la temporada
Jesús Lens
Jueves, 4 de septiembre 2025
Se da en verano y, dependiendo de la planta de la que nace y del clima, también en otoño. Pero su lujurioso y flameante color rojo es propio del estío. Hablamos de uno de esos frutos llamados precisamente rojos cuyo aspecto, vívido y reventón, parece decirnos «¡Cómeme!».
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La frambuesa le coge la vez a la cereza y, junto con su prima hermana la fresa, las moras y los arándanos; enriquece el muesli del desayuno y los yogures con más aspecto de sanos y repletos de propiedades. Pero, sobre todo, es un placer comerlas solas. Y a puñados.
Algunas fuentes sitúan el origen de las frambuesas en el Monte Ida, en la isla de Creta y de ahí su nombre científico, Rubus idaeus. Pongámoslo en cuarentena, que estamos más en el terreno de la mitología que en el de la ciencia.
De consumo inmediato
No aguantan mucho tiempo, las frambuesas, una vez en casa, por lo que recomendamos comerlas rápidamente. Máxime cuando lo suyo es llevárselas en su momento óptimo: color rojo vivo, duritas y todavía tersas y secas. Hay que guardarlas en el frigorífico sin pasar por el agua en ningún caso y procurar que no se amontonen: el contacto de unas sobre otras hará que las frutas de reblandezcan y corran más riesgo de echarse a perder. Pero con lo ricas que están, eso no debería pasar, que se comen como las pipas y no hartan.
Desde el punto de vista nutricional, su intenso color rojo ya nos indica que las frambuesas son un poderoso antioxidante a las que no les tiembla el pulso a la hora de vérselas con los temibles radicales libres que nos hacen envejecer antes de tiempo. No aportan muchos hidratos de carbono ni proteínas, eso es verdad, por lo que no resultan particularmente energéticas. Por contra, atesoran mucha vitamina C y resultan aliadas del sistema inmunológico, contribuyendo a que nos encontremos mejor.
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Para mujeres embarazadas, las frambuesas son especialmente recomendables por la cantidad de ácido fólico que aportan, sin olvidar la fibra. De ahí su presencia en tantos desayunos. Y es que en verano, al salir de casa, hay organismos que no llevan bien el cambio de dieta y de entorno. Además, aportan minerales como hierro, magnesio y fósforo, lo que hace de este fruto rojo un buen aliado contra la hipertensión, fortaleciendo el sistema circulatorio en su conjunto y ayudando a generar glóbulos rojos.
Salsas y mermeladas
Como son dulces, pero tienen ese puntito ácido, las frambuesas son ideales para hacer salsas que, además de vistosas, resultan exquisitas para acompañar diversos platos de carne, como los de caza, a los que les van al pelo. Aplican a todo tipo de mermeladas y para diferentes postres y tartas. De nuevo por el contraste cromático: con el chocolate bien negro hacen una pareja estupenda. Batidos, cócteles, zumos, helados y, en ensaladas, como decimos tantas veces, además de sabor y color, aportan textura.
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