Migrañas, lumbalgias... ¿Qué alimentos alivian el dolor?
La ciencia ha emprendido una carrera meteórica por localizar ingredientes que ayuden a calmar los dolores crónicos; la tradición humana ya tiene algunos
El alivio del dolor crónico se ha convertido en uno de los principales desafíos de la salud humana. Migrañas, lumbalgias y demás familia afectan a nada menos que el 17% de la población y generan en España un gasto sanitario equivalente al 2,5% del Producto Interior Bruto. Traducido en euros, como 16.000 millones, una pasta. De hecho, sólo escribirlo ya duele. Consuela saber, sin embargo, que la dieta puede convertirse en una eficaz herramienta para el control del dolor. ¡Siempre hay una nueva razón para disfrutar de la mesa!
Internet está lleno de páginas que informan sobre mil y un productos contra éstas y otras complicaciones. ¡Cuidado! Muchas de ellas son una trampa, se basan en la misma evidencia científica que avala la existencia del monstruo del lago Ness. Pero lo que contamos hoy cuenta con la garantía de la Sociedad Española del Dolor (SED), que ha celebrado en Bilbao su último congreso nacional y ha dedicado una sesión a la 'cocina antinociceptiva'. Habló de ella uno de los mayores expertos del mundo, el profesor Bart Morlion, director del Centro de Algología y Manejo del Dolor de Lovaina y expresidente de la Federación Europea del Dolor.
La crisis de los opiáceos
La búsqueda de remedios contra el dolor crónico complementarios a los fármacos se ha convertido en un auténtico desafío para los centros de investigación de medio mundo. ¿Por qué? Sobre todo por la epidemia de adictos a medicamentos, fundamental mujeres, que se descubrió originalmente en Estados Unidos y Canadá entre los pacientes que estaban siendo tratados contra el dolor con opiáceos. Con este nombre se conoce a un tipo de medicinas de uso general que pertenecen a la familia de la morfina, pero que resultan mucho más potentes que esta droga.
Al otro lado del Atlántico, las terapias con opiáceos han acabado siendo un auténtico drama que se cobra cada día la vida de unas 90 personas, según reconoce el Instituto Nacional de Abuso de las Drogas (NIDA) de Estados Unidos. En Europa, ese fenómeno se ha vivido con mucha menor intensidad. Aquí no ha habido muertes como allí, al menos reportadas. Pero eso no ha impedido que los servicios de salud mental de Osakidetza hayan tenido que atender en los últimos años a más de 200 vascos por el mismo motivo. Por eso, muchos laboratorios, como el que dirige Bart Morlion, han puesto el foco de sus investigaciones en la nutrición.
Comience por bajar peso
«Hay una relación directa entre la nutrición y el dolor», explicó el experto en una entrevista para JANTOUR. «Hasta un 80% de nuestros dolores son de ámbito musculo-esquelético. Con un índice de masa corporal (IMC) por encima de 30, cualquier dolor que tengas aumenta su intensidad un 20%». El IMC se calcula dividiendo el peso en kilos entre la altura elevada al cuadrado. Con un resultado a partir de 25 es sobrepeso; por encima de 30, obesidad.
La primera medida terapéutica contra el dolor crónico pasa, en consecuencia, por bajar de peso y hacer ejercicio. El experto recuerda que la dieta, de momento, es solo un complemento. Nadie aliviará su dolor sólo con tomar determinados productos, pero sí lo rebajará. ¿Y cuáles son esos alimentos? Se tiene ya evidencia científica sobre los pescados ricos en Omega 3, el aceite de oliva, la pimienta negra, la cayena, la valeriana y el aceite de cúrcuma.
Está en estudio la canela, mientras que las infusiones de verbena ayudan además al descanso nocturno y muy posiblemente también sean beneficiosas otras hierbas más locales como perejil, romero y tomillo. «Si los utilizaban nuestros antepasados por algo será», advierte el experto. ¡Pues claro!