Muere el 'Comandante cero' de la revolución sandinista

No pudieron con él las balas somocistas, ni tampoco las revolucionarias y , rodeados de banderas del Frente Sandinista en el imaginario colectivo permanecerá su imagen vestido de guerrillero junto a Daniel Ortega y Dora María Téllezde Liberación Nacional (FSLN). Edén Pastora parecía invencible, pero el mítico 'Comandante cero' de la revolución sandinista murió este martes en un área reservada para pacientes de Covid-19 del Hospital Militar de Managua. Llevaba intubado desde el pasado fin de semana por una 'neumonía' derivada del coronavirus, aunque el oficialismo asegura que el exguerrillero, de 83 años, murió de un infarto.

Revolucionario, dirigente de 'la Contra' y firme defensor del régimen de Daniel Ortega en los últimos años, el destino ha querido que Pastora haya sido víctima de la política negacionista del presidente nicaragüense frente a la pandemia, que ya se ha llevado por delante a una veintena de altos mandos leales a él.

Edén Pastora nació en Ciudad Darío en 1936 y su vida transcurrió entre trincheras. Cuando solo tenía ocho años su padre fue asesinado por la Guardia Nacional del dictador Anastasio Somoza y, muy joven, se unió a las filas del FSLN en la lucha armada contra la familia Somoza. Se dio a conocer en 1978, al encabezar el asalto al Palacio Nacional de Nicaragua, una victoria que fue fundamental para derrocar al régimen nicaragüense.

Fue viceministro del Interior en los primeros años del Gobierno sandinista, pero pronto se desmarcó, descontento con la deriva que había tomado la revolución. En una carta pública acusó a sus líderes de haber traicionado los ideales del sandinismo y viajó al sur del país, donde dirigió una de las facciones de 'la Contra' -el ejército contrarrevolucionario que contó con el apoyo de EE UU-. En 1990, tras la derrota electoral del sandinismo se marchó a Costa Rica, donde permaneció algunos años.

Tras décadas de distanciamiento con el FSLN, el 'Comandante cero' se reconcilió con Daniel Ortega en 2007. y lo defendió de aquellos que lo acusaban de haberse convertido en un caudillo. «Combatí los errores políticos y morales que pusieron en peligro al Estado revolucionario con un fusil en la mano, dirigiendo a miles de hombres. Ahora (que Ortega) lo está haciendo (bien), sería inconsecuente contra todo lo que yo decía» si lo criticara, dijo Pastora en una entrevista con AFP en 2008.

Uno de sus últimos frentes estuvo en la disputa fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica que estalló en 2010, a raíz de las obras de dragado del río San Juan, de las que estaba a cargo. A raíz de ese enfrentamiento, Pastora fue incluido en la lista de personas más buscadas por la Interpol. Tampoco dudó en amenazar a los críticos con Ortega y reclutó paramilitares para hacer frente a las protestas populares en 2018 y que llevaron a cabo cientos de ejecuciones extrajudiciales. Tras 83 años en guerra, Edén Pastora no pudo hacer nada contra el Covid-19, que ya ha causado más de 1.289 muertos en Nicaragua.