Rusia bombardea un centro de entrenamiento del ejército ucraniano

Uno de los proyectiles estaba equipado con una ojiva de racimo, mientras que el otro contaba con una carga de alto poder explosivo. El Ministerio de Defensa ruso ha difundido un vídeo que muestra una sucesión de pequeñas explosiones que dan paso a una gran detonación, lo que coincide con la descripción del material lanzado.

«A pesar de las medidas de seguridad adoptadas, por desgracia, no fue posible evitar por completo las pérdidas entre el personal. A las 21:30 (hora local) se sabe que hay tres militares muertos y 18 heridos», publicaron las Fuerzas Terrestres ucranianas en su canal de Telegram.

Moscú asegura que el objetivo fue un campo de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Se trata del cuarto ataque mortal contra instalaciones militares ucranianas en cinco meses. Los tres anteriores sumaron al menos 46 soldados muertos y más de 160 heridos. En septiembre del año pasado, una ofensiva similar con misiles balísticos destruyó una academia militar y un hospital cercano, con un saldo de más de 50 muertos y 200 heridos.

Kiev ha abierto una investigación para dilucidar si hubo negligencia o mala conducta por parte de los mandos militares. «Si se establece que las acciones o la inacción de los oficiales condujeron a la muerte y las lesiones de los militares, se exigirán responsabilidades a los autores», reza el comunicado.

Además, el ejército ucraniano tomará medidas de seguridad adicionales para proteger al personal de futuros ataques con misiles u otro tipo de bombardeos contra sus centros de entrenamiento «para preservar la vida y la salud de los militares». De la misma forma, el ejército ucraniano expresó sus «sinceras condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos».

El ataque se produce en un momento en el que crece la presión internacional sobre Moscú para lograr el fin del conflictto bélico. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció esta semana que entró en vigor un ultimátum de diez días para que el líder ruso, Vladímir Putin, avance hacia un acuerdo de paz.

Si no hay avances antes del 8 de agosto, Washington impondrá nuevas sanciones económicas y arancelarias contra Moscú. Esta advertencia reduce el plazo anterior, fijado en 50 días, y supone un giro más agresivo en la estrategia del mandatario republicano, quien se confiesa «muy decepcionado» con Putin. La respuesta del Kremlin es que Rusia es inmune a los castigos con los que amenaza la Casa Blanca, todo ello mientras continúa bombardeando Ucrania.

De forma paralela, el inquilino del Despacho Oval aseguró ayer que permitirá permanecer en suelo estadounidense a los refugiados ucranianos que llegaron al país norteamericano huyendo de la invasión rusa, a pesar de la dura política migratoria de la que ha hecho gala. «Así lo creo. Tenemos mucha gente viniendo de Ucrania y estamos trabajando con ellos», explicó Trump en una rueda de prensa. La intención del Gobierno de EE UU es autorizar su estancia de forma temporal y hasta que termine la guerra.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció ayer un nuevo paquete de sanciones contra la 'flota en la sombra' de Rusia, así como contra cualquier avión que haya participado en el transporte de crudo ruso y productos derivados del petróleo. Este castigo se suma al aprobado en mayo contra personas físicas y empresas por, presuntamente, contribuir a la guerra iniciada por orden de Vladímir Putin el 24 de febrero de 2022.