La rebelión lejos de Cuba
Partidarios y críticos del régimen cubano residentes en el País Vasco explican por qué aman o detestan el sistema que dirige la isla desde 1959
Las dos almas de Cuba también tienen su reflejo en Euskadi. Dirimen enfrentadas por una vieja ideología de 1959 que a unos enamora y que ... otros detestan. La reconciliación parece difícil, sobre todo cada vez que el viejo volcán de la isla entra en erupción. Ocurre en escasas ocasiones, pero en ellas el eco de este pequeño territorio del Caribe se extiende a lo largo de todo el planeta.
Ocurrió hace ocho días, cuando muchos de los ciudadanos de la mayor de las Antillas salieron a las calles en un movimiento tan inusual como ansiado. Para unos, pedían libertad aunque fuera materializada en el requerimiento de alimentos o medicinas. Para otros, simplemente se dejaban instrumentalizar desde el exterior. Ideas contrapuestas y pensamientos políticos totalmente opuestos que también se manifiestan en la diáspora que decidió anidar en tierras vascas.
Palabras como represión, represalia o censura forman parte del vocabulario de unos, mientras que mercenario, terrorista o difamación son las más usadas por los otros. Cinco personas diferentes que ven transcurrir su día a día lejos de Cuba permiten analizar estas posturas antagónicas, bifurcaciones que se distancian, pero al mismo tiempo posibilitan plasmar un retrato fidedigno de la isla para quienes la conocen en la distancia y son espectadores de su conflicto.
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Yunier Suárez | Promotor de Cubadecide
«Nos hemos cansado de una dictadura totalitaria»
Lo tiene diáfanamente claro. «Lo que está sucediendo en Cuba es definitorio. Los cubanos nos hemos cansado ante la crueldad de una dictadura totalitaria y comunista, de sus crímenes y violaciones de derechos».
Por ello, llama a la prensa, a los gobiernos locales y a los políticos de toda la comunidad democrática y defensora de los derechos humanos y la paz a «ponerse del lado de la sociedad civil cubana, condenando y sancionando a los criminales del régimen de La Habana», exigiendo su salida del poder para favorecer un tránsito democrático».
Suárez cree que España debe jugar un papel protagonista y evitar «pasar a la historia como la puerta del castrismo en Europa». En su opinión, hoy más que nunca están vigentes las palabras de Oswaldo Payá cuando dijo que los cubanos tienen también «derecho a los derechos».
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Milagros Acea | Economista
«No nos vamos a entregar a los yanquis»
Esta joven cubana residente en Bilbao es amiga de los ejemplos para plasmar su pensamiento. «Imagínate que cortan la luz de tu casa, te cierran las puertas para que no entre comida ni medicinas y luego te echan a ti la culpa de la mala gestión de tu casa» relata para describir lo que, en su opinión, Estados Unidos hace con su país y su pueblo.
«Pero este pueblo cubano mío ha salido,de manera mayoritaria a las calles a defender su revolución. Son una minoría los que han protagonizado estos incidentes violentos», se refiere al hablar de las manifestaciones de protesta.
Milagros es consciente de que «está en juego la soberanía y la verdadera libertad», y recuerda que no se van a «entregar a los yanquis. Lucharemos hasta el final» para afrontar «una enorme operación organizada por Washington aprovechando las enormes carencias de alimentos, medicinas y combustible que existen, pero que tienen como causas la disminución brutal de ingresos por la pandemia -dieciséis meses sin turismo- y, principalmente por el criminal bloqueo y las 240 nuevas sanciones que Biden no ha querido levantar, más de 50 de las cuales fueron aprobadas ya cuando reinaba el coronavirus».
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Frank Hidalgo | Artista plástico
«Nos niegan los derechos individuales»
Hidalgo está especializado en expresar sin freno su propio yo a través del arte. Por ello la claridad y la contundencia presiden su discurso. «La comunidad internacional tiene que saber que los levantamientos en Cuba no son producto de la pandemia. Es el cúmulo de negaciones a la que ha estado sometido el pueblo durante 62 años», manifiesta sin perífrasis.
Porque para él hay que dejar claro que «Cuba es una dictadura y como tal nos ha negado a los cubanos todos los derechos individuales». Pero «el pueblo ha dicho basta y se ha echado a las calles para, de una vez y por todas, reclamar libertad y prosperidad».
No tiene ninguna duda de que «todo defensor de la democracia» debe pronunciarse «en contra de lo que está sucediendo». «El silencio les hace cómplices», subraya Hidalgo.
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Lázaro Oramas | Exmarino mercante
«¡Qué cinismo hablar de represión en nuestra tierra!»
Bilbaíno de adopción este hombre acostumbrado a combatir con el mar defiende la herencia de los Castro sin matices. «¿Nos hablan de libertad, democracia y derechos humanos los que apoyan el bloqueo a mi país, incluso diciéndose cubanos? Este es un viejo cuento que hemos vivido», pormenoriza.
Oramas tampoco comprende que se pida «una intervención humanitaria en un país que tiene las cifras de Covid-19 más pequeñas de su entorno. ¿Estamos locos?».
A su entender, el objetivo es «matarnos de hambre para que renunciemos a la justicia, los derechos sociales, para vender a saldo el país y volver a ser una neocolonia de Estados Unidos. No lo van a conseguir. Lucharemos en las calles y lucharemos fuera del país. No lo conseguirán».
Tampoco ve rastros de represión». «¡Pero qué cinismo! ¿Han visto en Cuba a policías golpear con porras, lanzar pelotas de goma, chorros de agua? ¿Qué brutalidad han visto en las imágenes? Nada. En las protestas sociales de Colombia ha habido casi 70 muertes de represión -la mayoría jóvenes-, 35 en Chile, pero allí no hay represión», sostiene.
Para él todo «es una manipulación brutal. Cuba no se va a rendir, por mucho bloqueo y por muchos millones que Washington» invierta en «sus mercenarios».
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Yanet Tassé | Cirujana
«Las necesidades básicas se encuentran dañadas»
Conocedora del mundo sanitario desde la primera fila, esta doctora puede afirmar que «las necesidades básicas de la sociedad cubana se encuentran dañadas». Se refiere a «la educación, la salud, la alimentación, la vivienda...».
Desde esa atalaya privilegiada denuncia «la falsedad del Gobierno de La Habana, que ha ido por el mundo dando fama a un sistema sanitario inexistente. Es inhumana e injusta para el pueblo cubano».
Tassé describe «hospitales insalubres, sin las condiciones mínimas indispensables para un correcto funcionamiento, carentes desde hace mucho tiempo de material sanitario básico como agujas, jeringuillas, guantes, suturas para intervenciones quirúrgicas, medicamentos...». «Ni siquiera algo tan simple y básico como el paracetamol, antibióticos, sueros...», denuncia.
Y a ello ahora se suma una pandemia que ha azotado al mundo. «Viendo cómo ha perjudicado a sistemas sanitarios bien estructurados, es inimaginable lo que ha repercutido en Cuba, puesto que llevan años con una crisis sanitaria impresionante, además de la mala preparación profesional que ha existido en los últimos años, el desinterés de otros profesionales y la impotencia de muchos al no poder defender sus derechos como médicos y enfermeras que se deben a sus pacientes». Ese contexto ha conducido a que «algunos valientes hayan renunciado a su profesión antes de trabajar en esas condiciones», como es sabedora Tasse.
Esta facultativa resume que «Cuba está cansada. Y desde mi humilde opinión necesita una intervención sanitaria porque no será capaz, aún existiendo un inminente e inevitable cambio, de salvar a tantas y tantas personas enfermas y necesitadas».
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