'Los milagros' vuelven a su origen

La obra teatral 'Los milagros del Santo' vuelve a sus orígenes, al convento de San Francisco. Si sus primeras ediciones se enmarcaron en la monumental iglesia y después, durante muchos años, en la plaza de España, del 11 al 14 de agosto próximos lo hará en el claustro del secular inmueble, en el que también se ubica el parador Bernardo de Fresneda.

Este cambio de ubicación es la novedad más importante de las que presentó ayer la nueva junta directiva de la Asociación Teatral Calceatense (ATC), que, como otra más, recupera al director Martín Nalda. Este, encantado con las posibilidades que ofrece este nuevo emplazamiento, recordó que comenzó como maquillador en esta obra, bajo las órdenes de Ricardo Romanos, que la dirigió de 1995 a 1997.

El presidente de la ATC, Marcial Rodríguez, explicó que se ha decidido contar con él en la consideración de que Nalda es quien «ha humanizado y dado otro carisma al Santo» y lo que se pretende ahora, precisamente, es «darle más importancia como persona y hacer de él un trabajador incansable, tanto física como espiritualmente».

El nuevo escenario, en su opinión y en la del resto de la junta directiva y del propio director, va a servir para acercar la figura de Domingo García al espectador, que vivirá su experiencia teatral de una manera «más íntima y personal», hasta el punto de poder mirar a los ojos al gran protagonista de la misma, encarnado por el propio Rodríguez, en lo que respecta al santo joven, y por Félix Valer, el santo adulto.

Rodríguez resaltó, entre otras ventajas, que el claustro permitirá a la representación «jugar con el silencio absoluto, que no teníamos, y con la oscuridad absoluta, que tampoco teníamos, para hacer algo mágico». También anticipó que se va a bajar el precio de la entrada, «porque queremos que venga todo el mundo».

Público y actores, sentados en sillas, compartirán el cuadrado central del claustro, casi mezclados, como parte indisoluble de un espectáculo que Nalda anticipó que será «totalmente renovado». El director indicó que «adaptarlo al nuevo escenario va a ser complicado pero también va a ser bonito, porque vamos a trabajar más la intimidad». Ayuntamiento, cabildo catedralicio y Paradores dieron su aprobación a la idea, que el concejal Raúl Riaño calificó de «extraordinaria».