Vargas Llosa y la Preysler adelgazan en Marbella

R. C. Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se han 'confinado', como cada verano, en la clínica Buchinger de Marbella. La 'reina del cuché' y el Nobel son fieles a la costumbre que el escritor instauró junto a su exmujer, Patricia Llosa, y que ha mantenido con Isabel, a pesar de que ella no parece necesitar la 'ayunoterapia'. Vanitatis cuenta que la pareja se relaciona con los demás clientes y que el escritor, que no su novia, deja que le tomen algunas fotos. En sus primeras estancias, el académico no tenía reparos en atender a los periodistas a las puertas de la clínica. Una práctica impensable con su pareja actual. Quizá en unos días llegue allí Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler y el difunto marqués de Griñón, Carlos Falcó, para someterse a una cura de 'purificación'. María Buchinger creó este centro, que, desde hace décadas, ofrece a 'celebrities' ayunantes, como el actor Sean Connery o el dueño de Mango, Isak Andic, tratamientos de tres semanas que cuestan entre 5.660 y 33.900 euros.