La dura confesión de Eduard Fernández sobre sus problemas con el alcohol y la cocaína: «Uno es adicto siempre»
El reciente ganador del Goya al Mejor Actor por 'Marco' desveló esta complicada etapa de su vida en 'Lo de Évole'
«Uno es adicto siempre». Así de tajante se mostró Eduard Fernández, reciente ganador del Goya al Mejor Actor por su papel en 'Marco', en el programa 'Lo de Évole'. La entrevista al intérprete catalán, que está viviendo un gran año a nivel profesional, destapó sus problemas con el alcohol y las drogas, en concreto, con la cocaína.
Una dura etapa de la que hasta ahora no había hablado públicamente y en la que precisó atención médica. «Lo más importante en la adicción es que llegue un día que te des cuenta de que no puedes tú solo con eso y que necesitas ayuda. Ese paso es mucho. Luego poco a poco, que eso es lo que más cuesta, cojas conciencia de enfermedad. Esto es una enfermedad. No es que estés tarado ni que no tengas voluntad, es una enfermedad», afirmó el también protagonista de 'El 47', la mejor película de este año junto a 'La infiltrada'.
La adicción no es falta de voluntad, es una enfermedad. #LoDeEduard pic.twitter.com/LDDsZIrqP3
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El programa se grabó antes de que Fernández, de 60 años, supiera que se iba a convertir en el ganador de otro Goya. Durante la entrevista con el periodista catalán se sinceró sobre una época oscura de su vida de la que le ha costado hablar, pero aseguró que con una terapia «clara y fuerte» se puede salir de ese pozo. Él lo consiguió. «No hay que recaer», defiende el actor, que considera que «una de las peores formas de recaer es recaer sin ganas».
Évole le preguntó también por qué ha decidido contarle sus adicciones. «Lo he pensado mucho el contarlo o no. Si lo contase en algún sitio sería con Évole. Hay mucha gente que le haría muy bien hacerse cargo de esto. La depresión es una enfermedad. Un adicto es lo mismo, tiene que hacer lo mismo, un acto de humildad de decir: necesito ayuda», destacó.
Eduard Fernández ha sido alcohólico durante muchos años. Y tenía ganas de contarlo. Para que otros den el paso de dejarlo. #LoDeEduard pic.twitter.com/i8Hm2dQe03
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«Con tres o cuatro chupitos...»
Él consiguió superar sus problemas, pero no fue tarea fácil. «Yo creía que no estaba a la altura de la gente, me sentía cohibido, físicamente mal. Notaba que algo no estaba bien, pero que con tres o cuatro chupitos ya estabas bien», explica. Ingresó en un centro de desintoxicación, además de acudir a terapias, gracias a la insistencia de su actual pareja. De hecho, no las ha dejado a día de hoy. «Un adicto miente y se miente mucho. No es el que más consume, sino el que no es capaz de dejarlo y que lo hace para tapar taras», explica sobre el estigma que persigue a todas las personas que padecen esta enfermedad.
Durante su etapa como adicto, Eduard Fernández encontró un momento especialmente duro cuando se lo contó a su única hija Greta. El actor recuerda que contárselo fue especialmente complicado, pero había que «pasar por ahí». «Se lo dije a mis padres y a mi hija. Luego me dijo que le había caído a los pies. Ese escuece», confiesa. Para él, lo más difícil fue «quitar el personaje que llevas encima», atravesando «lugares y cosas que son muy duras».
Fernández, que recibió su Goya de manos de su hija, también confesó lo «doloroso» que fue su divorcio de su primera mujer, la escritora Esmeralda Berbel, madre de Greta. Se casaron en 1990 y se divorciaron en 2015. El actor catalán no duda en tildar esta fase de su vida como el «fracaso de un proyecto» debido al «amor muy profundo» que sentía por ella. Le costó mucho superarlo. «La ruptura fue difícil, separarte de alguien con quien has tenido una hija...».
El mejor momento no tiene fecha de caducidad. A veces llega a los 60. #LoDeEduard pic.twitter.com/KLO7gpoSKd
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La enfermedad de su madre
Otro de los momentos más duros para él fue la enfermedad que padeció su madre. El actor habló del Alzhéimer como una enfermedad «muy triste» que le hizo creer que su madre «se había ido» y «se había metido alguien dentro». «Salías a la escalera llorando», recordó.
Además de cuestiones personales, la charla también abordó el momento profesional en el que se encuentra el intérprete. Al Goya a Mejor Actor Protagonista no le dio miedo reconocer ante Évole que este ha sido su «gran año» en el cine, aunque considera que otros momentos de su vida merecía «tener más presencia» en el cine o un papel en concreto.