Milena Casado: «Escribir, grabar y sacar música para mí es como una terapia»
La aragonesa es uno de los grandes talentos de su generación. Regresa al certamen para presentar su primer disco en solitario
Para hacerse una idea del talento de Milena Casado (Lanaja, Huesca; 1997) basta con la anécdota de la impresión que causó la primera vez que ... la escuchó tocar Terri Lyne Carrington, batería imprescindible del jazz y ganadora de tres Grammy. «En mi primer semestre en Berklee estábamos en clase tocando un tema de Wayne Shorter, y sentimos que había alguien fuera. Al acabar, entraron ella y Jack DeJohnette, que habían estado sentados en las escaleras. Preguntaron quién estaba tocando esa trompeta y me invitaron a tocar. Lo hice, les encantó y ahí empezó todo», comenta para referirse a los diferentes compromisos en los que ha contado con Carrington desde hace algo más de año y medio. «Ha sido una gran mentora. Recientemente hemos grabado el disco 'We Insist 2025!'», explica Casado, que actúa este sábado 18 de julio en el Palacio Europa (17.30, 20 euros). Además, la artista participa en un encuentro un día antes en Hibridalab (12.00 horas; entrada con necesidad de invitación) para hablar de su trabajo.
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– 'Reflection of Another Self' es un disco muy emocional, que invita al oyente a llevárselo al terreno personal. Con temas como el amor propio, dificultades, resistencias...
– Justo esos temas eran los que intentaba plasmar en la música. Para mí ha sido como una terapia: escribir, grabar y ahora compartirlo. Ya no es mío, es del mundo. Quería crear una especie de suite, un viaje desde la introspección, los miedos, hasta la realización, aceptarse y entenderse. Una de las cosas más importantes es quererse a uno mismo. El disco forma parte de un proceso en el que aún sigo.
– Una chavala que hace jazz que proviene de la zona del Alto Aragón. La imaginamos en un pueblo perdido entre montañas.
– Literal, es que es así. Me crié en varios pueblos de la zona de Huesca. Soy de Orillena, un pueblecito de Huesca, pero también viví en Lanaja y Castejón de Sos fue importante también porque es donde descubrí la trompeta.
– Ahí empezó todo...
– Había una escuela de música y tenía unos amigos que tocaban. Ahí fue cuando quise probar. Además hay una gran afición por el jazz e incluso crearon un festival. Teníamos un pequeño grupo, así que surgió todo de manera orgánico y fue un proceso muy bonito.
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– ¿Qué edad tenía?
– Unos nueve o diez años.
– ¿El interés por el jazz llega a la par que empieza a tocar?
– Casi al mismo tiempo. Además a mi madre le encantaba la música y compraba discos sin pensar mucho en estilos. Tenía el 'Kind of Blue', de Miles Davis; 'Free Jazz', de Coleman, trabajos de Donny Hathaway y Stevie Wonder... Recuerdo escuchar muchísimo a Roberta Flack. Las dos nos sumergimos en ese camino de descubrimiento musical juntas.
– Hay un tema que se llama Lidia y los libros. ¿Quién es Lidia?
– ¡Es mi madre!
– ¿Y por qué los libros y no los discos?
– Buena pregunta (risas). La verdad es que es una gran lectora y siempre he alucinado con lo mucho que lee. Me me ha inspirado mucho esa conexión que tiene. Los libros son un lugar de intimidad y libertad donde puedes desconectar de la realidad que te condiciona. Quería hacer un homenaje a mi madre y a mi abuela. Por eso en la canción incluyo sus palabras en las que dice que 'hay que seguir hacia adelante'.
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– ¿Escribe? ¿Toma notas?
– Sí, me gusta mucho escribir. Por ejemplo, 'Resilience' incluye un trocito de poema mío.
– El disco empieza con una canción titulada 'THIS IS MY HAIR (!)'.
– Para mí era muy importante empezar el álbum con un 'statement' como 'This is my hair', diciendo «este es mi pelo». Porquepara mí el tema del pelo ha sido algo con el que yo he tenido bastante trauma desde pequeña, sobre todo viviendo en un pueblecito pequeño de la España profunda.
– No fue fácil.
– La gente te mira, te habla de ello, incluso a veces te tocan el pelo solo por el hecho de ser afro y diferente a lo que la mayoría de gente está acostumbrada a ver. Y para mí ha sido un proceso largo de aceptación y de reconocimiento. De mi pelo, de mi piel, de quién soy. Entonces empezar con un tema como ese era importante.
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– El disco salió hace unas semanas. ¿Cómo está siendo la recepción?
– La verdad es que muy bien. Al ser mi primer álbum no tenía muchas expectativas ni sabía qué esperar. Pero la respuesta ha sido increíble. Gente conectando desde todo el mundo: Japón, España, Estados Unidos, Francia... Poder transmitir este mensaje personal, pero también universal, era lo importante para mí.
– El álbum no es ortodoxo. Hay partes recitadas próximas al 'spoken word'; rap en 'O.C.T (Oda to the crazy times)'...
– No lo pensé así como algo calculado. Pero sí tenía sonidos en mi cabeza que no había escuchado antes. Experimentamos mucho en postproducción para encontrar ese sonido e intentaba plasmar todas mis influencias. Estaba bastante inspirada por el quinteto de Miles Davis, pero también por Radiohead o Stevie Wonder.
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– ¿Qué tiene Radiohead para que tantos músicos de jazz lo versionen?
– Creo que más que un sonido, es su actitud. Como la de Miles, Prince, Stevie Wonder... Nunca han dejado de buscar. Siempre han mantenido sus raíces pero rehaciendo caminos, incorporando lo nuevo. Y eso inspira mucho. No tener miedo de sumergirse en nuevos territorios.
Conocida del certamen
– En el Festival de Jazz de Vitoria tocó el año pasado con Terri Lyne Carrington y hace tiempo la vimos tocando en las jam sessions que se organizan.
– Sí, vine con mi madre al festival varias veces. De hecho, fue gracioso porque había gente el año pasado que se acordaba de cuando subía a tocar en ese hotel. Así que Vitoria es un festival muy especial porque fui allí de pequeña. Y me motivó a dedicarme a la música. Así que tengo mucha ilusión volver allí ahora con mi banda.
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– Vive en Brooklyn, por lo tanto en uno de los epicentros del jazz contemporáneo. ¿Cómo es la escena de Nueva York?
– Es muy especial. Hay música constantemente a todas horas y una gran comunidad de músicos con un nivel altísimo. Entonces nunca paras de aprender. Eso es difícil de encontrar en otro sitio que no sea Nueva York.
– A diario vemos en los noticiarios al presidente de Estados Unidos y la ola de racismo es cada vez mayor. ¿Cómo lo vive?
– Realmente me da miedo los extremos a los que se están llegando. Y creo que estamos todos muy preocupados de qué va a pasar. Toda esa inseguridad y temor se siente, más cuando eres inmigrante. Estamos en un momento muy difícil y como artista es importante poder plasmar estos tiempos y también protestar por todo lo que está pasando.
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– Se filtra esa inquietud en la música también.
– En mi música es muy importante estar conectada con el presente, con lo que está pasando. Y eso se refleja en lo que expresamos.
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