¿Dónde recargar pilas en el entorno de la Virgen Blanca?
El Azkena altera la vida de estas calles que acogen al visitante con recetas extraordinarias, rincones especiales y hasta pizzas napolitanas
El Azkena Rock Festival también manda en el centro de Vitoria, cuyas plazas acogen conciertos gratuitos que atraen a decenas de personas, amantes del género, el baile y el buen rollo. Para mantener su energía, hay decenas de espacios en los que se mezclan lo clásico y la vanguardia. Desde la taberna de toda la vida en la que los pintxos saben a gloria, al pub moderno en el que las copas saben mejor. No faltan restaurantes variopintos en los que el almuerzo se convierte en recuerdo imborrable. Está el huevo frito campeón del mundo, un donut de cocido vasco, unos callos con bacalao... No cabe duda, aquí sabe bien.
Por la mañana
Es una manera de compartir la pasión del ARF por la música llevándola al corazón de la ciudad, para amenizar las mañanas de las jornadas con conciertos gratuitos en la Plaza de la Virgen Blanca. Degustar una buena cerveza y una tapa en el Dublín (Herrería, 2), es una gozada. ¡Y además hay pintxos veganos! El Victoria Café (Plaza de España, 13) es otro clásico donde saborear un buen café o un vermú a media mañana. Muy cerca está el Deportivo Alavés (Plaza de la Virgen Blanca, 1) y su tortilla de patatas manchada (con salsa de chorizo cocido) es auténtica. Justo enfrente reina La Unión (Plaza de España, 4), uno de esos bares míticos, con casi un siglo de vida, que destila espíritu gasteiztarra por los cuatro costados. Sus tortillas son oro puro. No hay mejor tentempié que unas patatas fritas de Gracia y Salero (Plaza de España, 5), las gratinadas con bacon están de rechupete. Y el vermú o un buen vino, en Café Plaza (Plaza de España, 8) cuya barra se viste con gildas categóricas y pintxos hechos al momento, de esos que quitan el sentido.
Para comer
Almorzar bien es imprescindible para afrontar una jornada marchosa. El Sagartoki (Prado, 18) tiene licencia para gozar. Descubrir el pintxo de huevo frito con patatas es imprescindible. Y sus tortillas de patatas individuales están reconocida internacionalmente. Además, su oreja planchada con salsa agridulce o las alcachofas en tempura con crema de pistacho son deliciosas. Tradición y vanguardia se dan la mano en PerretxiCo (San Antonio, 3) que dispone de varios menús, a cual más apetecible, y recetas recomendables como el steak tartar de txuleta vasca con Idiazabal, la espuma de patata con yema de huevo trufado y txistorra frita o el donut de cocido vasco en dos vuelcos.
Una alubiada con sus sacramentos en el Xixilu (Plaza de Amarika, 2) recarga las baterías a tope. El restaurante tira de cocina clásica y sorprende con propuestas como el revuelto de hongos con foie, el rabo de buey o los callos con morros. En The Bost (Florida, 5) el recibimiento es incomparable. Y su carta esconde tentaciones como los garbanzos a la marinera, el rodaballo al horno o las carrilleras guisadas. Y el aroma italiano lo pone Dolomiti (Ramón y Cajal, 1), con pizzas artesanas para perder la cabeza.
Por la tarde
Un café en el Upabi (San Antonio, 39) sienta fenomenal. Lo sirven pensando solo en el disfrute del personal y aciertan. Lo mismo pasa en Casablanca (Dato, 19), un clásico entre los clásicos. En Taberna Down Street (San Prudencio, 15) se puede disfrutar de una buena copa preparada con mimo. Tienen una terraza desde la que se palpa el ambiente del centro en primer plano. Un helado en Bico de Xeado (Postas, 21) suena bien. Son cremosos y de elaboración artesanal, y todos están elaborados de leche recién ordeñada. El de tarta de queso o el de chocolate con naranja son exquisitos. A la hora de cenar, el Kea (San Prudencio, 21) es una buena opción. Se come de lujo. Esos callos con bacalao, esas anchoas a la parrilla, el ciervo, la chuleta de vaca vieja... Muy cerca, en el Berenjenal (San Prudencio, encontramos un interiorismo acogedor y unas recetas fantásticas. Destacan su revuelto de viandas, las cocochas, el taco de foie a la brasa... Si prefieres pizza, Grosso Napoletano (San Prudencio, 26) apuesta por la auténtica pizza napolitana. Y cuando el sol se esconde, nada mejor que buena música y copas especiales como las distinguidas del So Wood (Postas, 18) o las clásicas del Pub HF (La Florida, 3)
