Se apaga la voz de la canción botxera

Bilbao ha perdido a José Antonio González Bizkaia, el gran tenor de 'Los 5 bilbaínos'. Con su muerte desaparece unas de las grandes almas de las bilbainadas. Gracias a su voz portentosa, dignificó y encumbró uno de los géneros musicales más populares del País Vasco.

El primer tenor lideró una banda que en 2020 celebró su septuagésimo aniversario y que las vio de todos los colores a lo largo de su longeva historia. Actuaron en infinidad de países –Cuba, México, Uruguay, Francia, Bélgica, Estados Unidos...–, publicaron más de 20 discos, algunos con la multinacional CBS, y se convirtieron en el grupo musical por excelencia de la canción botxera. Estandartes, en definitiva, de uno de los géneros más aclamados por aquí: las populares bilbainadas.

González Bizkaia, fallecido a los 83 años, permaneció en la banda durante cuatro décadas y fue, sin duda, su gran líder. Una de sus últimas grandes actuaciones tuvieron lugar, hace tres años, en la Embajada de España en Varsovia. «No había vivido nada igual», reconoció en una entrevista a este periódico. En principio, Los 5 Bilbaínos tenían previsto ofrecer dos conciertos, pero despertaron tal expectación que les pidieron una actuación extra. «Nos advirtieron de que estaban como locos por llevarles nuestras bilbainadas». Si el primer concierto se limitó, por razones operativas, a poco más de 30 minutos, el segundo fue un desenfreno y sobrepasó de largo la hora. Entre las canciones que entonaron no faltó el 'Begoñako Andra Mari', que resonó en unos salones repletos de destacadas personalidades del mundo de la cultura y de la colonia española afincada en Polonia.

Solía recordar Gonzalez Bizkaia, poseedor de un enorme carisma, que Los 5 Bilbainos contaban con un amplio repertorio que adaptaban al lugar donde tocaban. «Hay canciones que funcionan en todos los sitios como la imprescindible 'Granada', 'México', 'Valencia' y, por supuesto, 'Maitetxu mía', además de hits incontestables que siempre calientan al público como 'Desde Santurce a Bilbao' o 'Bilbao y sus pueblos'».

Fue, precisamente, en numerosos pequeños pueblos vizcaínos donde labraron gran parte de su simpatía formando parte de numerosos programas de fiestas patronales. Cantaban el cancionero clásico de bilbainadas en euskera y castellano, con arreglos nuevos y siempre a cuatro voces. Siempre sobresaliendo la figura de su tenor, aunque él se restase importancia y prefiriese un segundo plano.

También entonó González Bizkaia zortzikos, boleros, zarzuelas... Le daba a todo. «Los jóvenes creen que somos unos carcas, pero muchos de nosotros provenimos de grupos de rock», recordaba este músico que llevaba a gala una frase con la que defendía su amor por la capital vizcaína: «Si los de Bilbao nacemos donde queremos, los cinco bilbaínos somos los que queremos». ¿Qué? «Un grupo sin trampa ni cartón, sin 'playback', sin secuenciación». Uno de sus grandes anhelos hubiese sido cerrar su carrera en el kiosko del Arenal, donde actuaron por primera vez.

Pese a la gravedad de la enfermedad que padecía, los amigos no dejaban de visitarle. Algunos se acercaron el martes al hospital de Santa Marina, donde estaba ingresado. «Vaya si se acordaba que el día anterior había sido la procesión a Begoña», lamenta un afligido José Mari Amantes. No era para menos. González Bizkaia trasladó su bilbainía allá donde cantaba y por donde pasaba.

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