«Al votante le gusta ver una organización unida y no la ha encontrado en nosotros»
La líder morada asume haber sido incapaz de movilizar al electorado, pero sigue considerando «un acierto» su apuesta por formar un tripartito
Ni la presencia en el Gobierno central ni la apuesta hasta la extenuación por un tripartito de izquierdas salvaron a Elkarrekin Podemos-IU del batacazo. ... La coalición morada se dejó más de la mitad de los votos y perdió cinco de sus once parlamentarios. Pilar Garrido, líder de Podemos Euskadi, achaca la caída a la baja participación y a las heridas internas de un partido que debe lograr «solidez y cohesión».
- Cierta caída era esperada, pero tal vez no hasta este punto.
- A primera vista es un retroceso, sí, pero con lo que no contábamos era con la alta abstención que hubo. Nos ha hecho mucho daño que casi la mitad de la ciudadanía no fuera a votar. Y es una mala noticia para la salud de la democracia.
- ¿Solo ha sido por la abstención? ¿Qué autocrítica hacen?
- Tenemos que tomarnos un tiempo para hacer esa autocrítica y sacar conclusiones que sirvan para recomponernos. Creo que tenemos un proyecto sólido desde el punto de vista político, pero no hemos conseguido solidez y cohesión.
- ¿El electorado ha penalizado sus luchas internas?
- Creo que sí, al igual que ha ocurrido con otros partidos en el pasado. Nuestra organización se ha ido construyendo de aquella manera, dando una visión hacia fuera que nos hacía daño. Al votante le gusta ver que la fuerza a la que apoya está unida y cohesionada, y no ha encontrado eso en nosotros porque no hemos tenido tiempo de crear organización.
- ¿Ha fallado la candidatura de Miren Gorrotxategi?
- En cuatro meses no puedes construir una candidata con solidez frente a otros que llevan más tiempo. Sabíamos que ese factor jugaba en nuestra contra y era un elemento que no podíamos controlar. Si hubiéramos tenido un año por delante, habríamos conseguido mayor visibilidad.
«No contábamos con que casi la mitad de la ciudadanía no votara; nos ha hecho mucho daño»
- Visto el resultado, ¿volverían a apostar tan fuerte por un tripartito que nadie más quiere?
- Creo que ha sido un acierto. Nosotros no venimos a hacer más de lo mismo. Después de 40 años hacía falta un relevo en el Gobierno porque no es bueno que un partido, sea cual sea, lleve tanto tiempo al frente. Euskadi es una sociedad progresista que necesitaba esta oportunidad.
- Habla en pasado. ¿Es que ya no ven factible ese pacto? Los números siguen dando...
- Lo decía en referencia a lo que planteamos en campaña. Está claro que los números dan. Ahora hace falta que las otras dos fuerzas (EH Bildu y PSE) hagan una apuesta honesta y se crean esa posibilidad. Si eso estuviera encima de la mesa, Elkarrekin Podemos-IU se sentaría mañana mismo y haría de puente.
- Las cuentas dan, pero el electorado ha beneficiado a quienes rechazan ese tripartito y ha castigado a quien lo ha propuesto.
- No creo que este haya sido el elemento que ha hecho que un votante apoyara a uno u otro partido. Creo que los ciudadanos de izquierdas quieren un Gobierno de izquierdas. Lo que pasa es que las otras dos formaciones están más cómodas desempeñando el mismo rol que han ejercido en los últimos 15 años y les cuesta salir de su zona de confort.
«Están más cómodos desempeñando el mismo rol y les cuesta salir de su zona de confort»
- Alegan que la abstención desmoviliza a la izquierda y beneficia a los partidos del Gobierno. ¿Cómo explican entonces la fuerte subida de EH Bildu?
- Se enmarca en una tendencia al alza de partidos conservadores y de corte identitaria en toda Europa. Son opciones refugio en una situación de inestabilidad y ansiedad vital.
- Pues la coalición abertzale no es conservadora y tampoco es que haya hecho una campaña precisamente identitaria.
- Sí, pero eso no elimina su referencia como partido nacionalista. Tanto PNV como Bildu juegan a ser más o menos soberanistas en función de la coyuntura.
- ¿Se ha llevado Bildu la bandera de la izquierda útil al prestarse a acuerdos en Madrid?
- Quizá su visualización como una fuerza política que ha cambiado su actitud en Madrid les haya beneficiado, sí.
- ¿Cómo ven la irrupción de Vox en el Parlamento vasco?
- Es una mala noticia que entre una fuerza de extrema derecha que no defiende los derechos más básicos, empezando por los de las mujeres.
«Errejón no es el mejor para hablar ni es una opinión autorizada. Ahí están sus resultados»
Fracaso «colectivo»
- ¿Cómo es que Elkarrekin Podemos-IU no ha rentabilizado su presencia en el Gobierno?
- Creo que no hemos sido capaces de movilizar al electorado de izquierdas. La abstención se ha disparado en zonas de clase obrera y no tanto en barrios ricos.
- ¿Se ha desgastado la marca de Pablo Iglesias? ¿Debería dar un paso atrás? Él mismo admitió una «derrota sin paliativos».
- No. Somos un proyecto colectivo y tanto los éxitos como los fracasos son de todos. Debemos hacer autocrítica desde Pablo hasta el último militante.
- El batacazo en Galicia es aún mayor. ¿Temen verse reducidos hasta ser una fuerza minoritaria como fue en su día IU?
- Desde el punto de vista político está claro que no porque nuestro proyecto es distinto. Lo que debemos hacer es tomar nota.
- «Eso (Podemos) ya no existe. Existe una cosa que se llama UP y que tiene los resultados de siempre de IU». Lo dice Íñigo Errejón, uno de sus fundadores.
- Respeto los comentarios, pero creo que Errejón no es el mejor para hablar. Ahí están los resultados de Más País. No es una opinión muy autorizada en este caso.
- «Endogamia, incapacidad para llegar a acuerdos, sectarismo, agresividad indiscriminada con los medios, expulsión de la disidencia, autoritarismo...». Lo dice Ramón Espinar.
- Cuando hay momentos complicados, siempre hay voces que van a lo fácil y ponen el acento en lo malo. No dejan pasar una, pero ellos sabrán.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión