El desengaño con los políticos, principal causa de la abstención el 12-J por encima del miedo al virus
Casi 164.000 vascos con derecho a voto tomaron la decisión de quedarse en casa el mismo día de las elecciones
Más allá de los subidones y batacazos que dejó el escrutinio, los partidos coinciden en una importante preocupación. Un total de 809.990 ciudadanos vascos, el 47% del censo total, decidieron no ejercer su derecho a voto. Un bajo índice de participación que se achacó al miedo al coronavirus, pero que ahora una encuesta del Gobierno vasco atribuye mayormente al desengaño de la sociedad con los políticos. Esta es la razón que da un 23% de los abstencionistas encuestados entre el lunes y el martes. El temor al contagio se sitúa en segunda posición, con el 20%.
Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del estudio poselectoral elaborado por Gizaker para el Ejecutivo autonómico con un total de 886 entrevistas telefónicas en toda Euskadi. La muestra tiene cierta distorsión ya que solo el 23% de los encuestados admitió no haber ido a votar, la mitad de los que realmente se quedaron en casa. Otros argumentos que aporta este colectivo para haber tomado dicha decisión es que ningún partido les convence (12%), que votar no sirve para nada (9%) y que estas elecciones no les interesaban (6%).
Más de la mitad de ellos afirman que tenían decidida su abstención desde antes de que arrancara la campaña electoral, marcada por las medidas de seguridad y sin grandes actos. Un 16% se sumó durante este periodo de dos semanas, otros 6% en la jornada de reflexión y, tal vez lo más llamativo, el 18% tomó esa determinación el mismo día de las votaciones. Extrapolando este dato a la cifra total de personas que no acudieron a los colegios, casi 146.000 vascos con derecho a voto habrían decidido no ejercerlo durante la propia jornada electoral.
Abstencionistas arrepentidos
Por el contrario, entre quienes sí participaron, el 83% sabía que iría a votar desde antes del inicio de la campaña. Un 8% se sumó en ese periodo, un 3% en la jornada de reflexión y solo un 6% más el mismo día de las votaciones. Entre este colectivo, llama la atención que solo dos tercios de ellos escogieron «convencidos» la papeleta que acabaron depositando en la urna. Un 12% afirma que tuvo «ciertas dudas» y hasta un 21% declara que «se trataba de la opción menos mala» entre las que se presentaban a la cita electoral.
A toro pasado, vistos los resultados, prácticamente toda la muestra (96%) confiesa estar conforme con su voto y solamente el 1% lo cambiaría por otro partido. Algo más arrepentidos se muestran aquellos que decidieron abstenerse: casi uno de cada cinco de ellos habría acudido al colegio si hubiera conocido de antemano el reparto que deparó el escrutinio. Por último, como dato anecdótico, casi uno de cada diez entrevistados no se muestra capaz de acertar qué partido fue el que ganó las elecciones. El 91% restante sí atribuye la victoria al PNV.