El voto en el extranjero otorga un diputado al PP y se lo quita al PNV

De esta manera,la cabeza de lista del PP, Bea Fanjul, devuelve a su formación a la Cámara baja después de que en los comicios de abril -y en la noche electoral del domingo- se quedara por primera vez en su historia fuera del Congreso. Además, la dirigente vizcaína se convierte en la diputada número 89 del PP y reduce la representación del PNV en Madrid, decisiva para la investidura de Pedro Sánchez. «Recuperar la representación en el Congreso supone un punto de inflexión importante porque visualiza un camino de crecimiento de nuestro proyecto en el País Vasco», valoró ayer el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso.

El recuento de la noche electoral deparó que el PNV lograba su cuarto escaño por Bizkaia por 163 votos en detrimento del PP. Una distancia exigua que algunos dirigentes populares -no todos- creían que podían acortar con el voto desde el extranjero y la impugnación de algunas mesas «dudosas». De hecho, Fanjul y su equipo comenzaron el lunes por la mañana a revisar las actas de toda la provincia para detectar «anomalías» y desde Génova, tras petición de la candidata, enviaron a tres profesionales del partido expertos en procesos electorales para reforzar el trabajo. «Han sido unos días muy intensos. De mucho trabajo», reconocía ayer un cargo popular implicado en esta labor.

Ayer, hasta siete apoderados del PP acudieron al recuento del voto del extranjero. Según la ley D'Hont, que regula el reparto de escaños, si el PNV seguía cuadruplicando en papeletas al PP, retenía el escaño. El domingo los 221.171 sufragios de los jeltzales multiplicaron por cuatro los 55.130 populares. El escrutinio del voto CERA de ayer aumentó en 731 las papeletas del PNV y en 407 las de los populares. La diferencia entre ambos partidos aumentaba, pero no lo suficiente como para que los nacionalistas siguieran cuadruplicando a los populares.

Con estos datos, en el PNV se asumió la pérdida definitiva del escaño. Tenía la opción de entablar una 'batalla' para rascar votos a su favor invalidados el domingo o impugnar mesas dudosas que beneficiaban al PP. Pero en Sabin Etxea eran conscientes de que el trabajo de sus apoderados la noche electoral había sido «perfecto» y no había opciones de reducir la distancia.

El resto de partidos sí presentaron algunas alegaciones, que finalmente dejaron en algo más de medio millar el número de votos que habría necesitado sumar el PNV para lograr el cuarto diputado por Bizkaia para el actual parlamentario en Vitoria Jon Aiartza. «Nuestro objetivo inicial era volver a ganar en los tres territorios, reeditar los seis escaños y tener grupo propio. Lo conseguimos. El séptimo diputado fue una ilusión y nos hemos quedado a muy poco», reflexionaron fuentes del EBB.