EH Bildu tendrá grupo propio en Madrid

Salía EH Bildu a «fortalecer sus posiciones». Y lo hizo. Si en los pasados comicios la coalición abertzale fue una de las sorpresas de la noche electoral al arrebatar al PP su acta por Álava -Javier Maroto se quedó fuera por solo 384 votos-, en esta ocasión y con Mari Mar Blanco como cabeza de lista de los populares la diferencia fue más holgada: alrededor de 2.000 sufragios. La recuperación que experimentó el partido a nivel nacional de la mano de Pablo Casado pasó de largo en Euskadi. Un total de 27.364 respaldos obtuvo EH Bildu en Álava (16%), que llevarán a Iñaki Ruiz de Pinedo a mantener su representación en Madrid.

Dos fueron los ejes sobre los que pivotó la campaña de la coalición abertzale. Defendieron, por un lado, que durante el fallido pleno de investidura de Pedro Sánchez hicieron con sus votos lo que habían prometido. Es decir, no obstaculizar -se abstuvieron- un Gobierno de izquierdas frente a una hipotética unión de la derecha. Y en segundo lugar, reivindicaron la «vigencia y urgencia» de un proyecto independentista. No dudaron, en este sentido, en llamar a la unión de fuerzas soberanistas y en advertir al PNV de que Euskadi no puede «esconder la cabeza» ante la situación que atraviesa Cataluña.

EH Bildu no consiguió superar a la formación jeltzale en ninguno de los tres territorios. Ahora bien, al contrario de otros partidos de izquierdas como el PSE y Elkarrekin Podemos, la coalición soberanista subió en todas las provincias, rentabilizando al máximo su respaldo en las urnas. El escaño por Bizkaia se daba por hecho. La candidatura que encabezaba Oskar Matute recibió 94.377 apoyos, unos 3.000 más que en abril. También en Gipuzkoa les volvió a salir la jugada redonda. En las pasadas generales arriesgaron al colocar de número dos en la plancha a Jon Iñarritu, especialmente activo en Madrid, por detrás de Mertxe Aizpurua. Recuperaron posiciones y lograron hacerse con dos escaños, los mismos que obtuvieron ayer. Con más de 98.391 sufragios, mantienen su puesto como segunda fuerza en Gipuzkoa, por detrás del PNV.

Pero, como vaticinaban en EH Bildu, la llave de la puerta al grupo propio estaba en Navarra. Si en abril se quedaron por poco sin obtener el escaño, esta vez las urnas han sonreído a la coalición abertzale. Más de 56.304 votos reunieron en la comunidad foral, casi 10.000 por encima de las pasadas generales, que le han valido un asiento en el Congreso. Lo ocupará Bel Pozueta, madre de uno de los jóvenes condenados de Alsasua. El 'apoyo' al Gobierno de la socialista María Chivite ha pasado factura a esta última. Todo lo contrario que a EH Bildu.