Bildu cree que el acuerdo entre jeltzales y socialistas «se ha quedado viejo»

Tanto en el Ayuntamiento de la capital como en las elecciones forales, EH Bildu fue la lista más votada. Pero, salvo sorpresa mayúscula, al frente del Consistorio alavés estará la socialista Maider Etxebarria y la diputada general será la jeltzale Eider Mendoza. En este último caso EH Bildu todavía tiene cierto margen para la esperanza porque en teoría hay un empate a 24 junteros. Por un lado los de PNV y PSE, y por otro los de Bildu y Elkarrekin Podemos. Todo queda en manos de los tres representantes del PP, y ahí es donde se está abriendo una nueva batalla.

Los populares han prometido apoyos «gratuitos», pero a la vez han presionado para formar parte de los equipos de gobierno. Una opción que jeltzales y socialistas descartan de raíz ante el enfado de los populares, que ya han avisado de las consecuencias. En ese cruce de declaraciones, el jueves Joseba Egibar ya dejó que claro que con el PP «ni ha habido acuerdo ni lo va a haber. Ellos deciden con su voto si propiciar una Diputación u otra». Carlos Iturgaiz respondió casi de inmediato: «La legislatura es muy larga. ¿Con quiénes pretenden sacar proyectos y presupuestos?».

Es en el papel que puedan tener los populares donde EH Bildu ha encontrado espacio para tratar de desgastar al PNV. «La ciudadanía guipuzcoana no ha refrendado el pacto PNV-PSE. Es un pacto que ha quedado viejo y no sirve para dar un paso adelante y atender las necesidades. Depende además del Partido Popular», insistió ayer en ETB Iriarte, candidata a diputada general de Gipuzkoa por EH Bildu.

Los populares, por su parte, son conscientes de que se ha abierto un escenario en el que pueden salir ganando. «El acuerdo alcanzado entre PNV y PSE es insuficiente para investir alcaldes y diputados generales para gobernar las instituciones», insistió ayer Laura Garrido en la Cope. La secretaria general del PP vasco, en todo caso, no quiso lanzar un órdago. Recalcó que su formación «actuará con responsabilidad y coherencia». «Vamos a estar a la altura del momento político y de lo que han dicho los ciudadanos», incidió Garrido.

El objetivo final de los de Iturgaiz es hacer valer el crecimiento de apoyos que registró en las elecciones del pasado domingo, sacar la cabeza de cara a las generales y a las autonómicas, y de paso asegurarse las alcaldías de Labastida y Laguardia, municipios en los que ha vuelto a ser la fuerza más votada pero en los que EH Bildu está dispuesto a aupar al PNV.

El malestar también se extiende a Podemos Euskadi. La formación morada ya anunció que en Gipuzkoa, por ejemplo, dará sus votos a Maddalen Iriarte para ser diputada general. A corto plazo espera que se repitan los acuerdos suscritos a partir de 2019, cuando ha compartido tareas de gobierno con EH Bildu en varias localidades.

La coordinadora general de Podemos, Pilar Garrido, hizo un llamamiento al PSE para que tuviese «al menos valentía para sentarse a hablar». «En campaña dijimos que la ciudadanía iba a pedir un cambio y gobiernos progresistas y de izquierdas. Los números dan en muchos sitios y espero que el PSE no vuelva a plegarse a las derechas, al PNV y al PP, a políticas fracasadas y que tenga la valentía de, por lo menos, sentarse a hablar», argumentó apenas unos minutos antes de que jeltzales y socialistas hiciesen oficial su acuerdo.