La batalla por gobernar Llodio

-Hay liderazgos compartidos. En el Ayuntamiento, lo hemos hecho entre todos, pero EH Bildu ha liderado.

-¿Por qué lleva tanto tiempo definir el uso de los edificios vacíos?

-Se están usando, pero no habrá 'txokos', sino almacenes compartidos. Necesitamos un plan de cultura, pero para eso las infraestructuras tienen que estar hechas. Ahí andamos cojeando.

-La oposición les critica que no les llaman...

-En ocho años,hemos aprobado seis presupuestos y no tenemos mayoría y eso que desde hace año y medio que estamos en campaña.

-Y falta de capacidad para gestionar inversiones.

-Todos los años ha habido planes de asfaltado, de renovación de luminarias, se han urbanizado Zubiko Kurajo, Maestro Elorza, el túnel, la plaza de Ugarte...

-Pero seguimos con problemas de saneamiento.

-Varios edificios conectaron directamente las aguas fecales a la red de pluviales.

-¿Cómo valora la situación económica de Llodio?

-Esta es una crisis de diseño, provocada para quitar derechos a los trabajadores. Como en Lidl. Tienen un convenio superior al de otras plantas y quieren quitarlo.

-También les falta espacio.

-Si dejan parte del almacén hay mucho sitio, pero en Nanclares les dan el doble y eso perjudica a la plantilla.

-En su momento quisieron abrir un supermercado y no fue posible.

-Ahora sí y nos prometieron que no se iban a mover. Lo han hecho a espaldas de las instituciones municipales.

-También han cerrado Lipmesa, Atxa, Vicalde...

-Por eso EH Bildu planteó la ponencia de reactivación en el Parlamento vasco.

-El Plan General lleva ocho años estancado.

-No hemos sido capaces, pero hay que hacerlo ya.

-¿Por qué no hay mujeres candidatas?

-No se puede obligar a nadie.

-¿Qué proyecto le gustaría ver hecho en 2023?

-El antzoki. Dará 'vidilla'.

-¿Cómo será la próxima legislatura?

-Procuraré llegar a un pacto de gobernabilidad. La gente está harta de los espectáculos que hemos dado.

Enfermero, melómano y a punto de cumplir 30 años, defiende su trayectoria como presidente de la Cuadrilla de Ayala y director de Juventud del Gobierno vasco. Se presenta porque «Laudio se merece algo mejor».

-Aspiran a volver a la alcaldía después de ocho años en los que han perdido mil votos. ¿Cuál es su análisis?.

-En 2011, Bildu llegó porque 'tocaba cambio' e irrumpió Omnia. En 2015, por primera vez, EH Bildu ganó dos veces seguidas.

-Ahora, ¿'toca cambio'?

-Llodio lo necesita. Hemos aprobado dos presupuestos, pero no se han ejecutado las inversiones. Algunas previstas para 2016 y 2017 se están haciendo ahora.

-Ustedes defienden las sinergias del PNV en las instituciones, pero la rehabilitación del parque es una iniciativa del PSE, con EH Bildu en la Alcaldía.

-No es así. Con Xabier Agirre había 6 millones, que el PP paralizó. El PNV, junto a la oposición, impulsó la partida para el parque y el PSE la ha ejecutado.

-Esas sinergias también se llevan a los alcaldes llodianos al Gobierno vasco.

-No es mi caso. Yo vengo de allí y no tengo problemas en volver a Osakidetza. La enfermería es mi vocación.

-Persiste en Llodio esa sensación de deuda histórica.

-Es que el dinero que llega, no se ejecuta. Renunciamos a rehabilitar la antigua residencia y ahora vuelve a entrar en el Plan Foral pero no hay fondos para ella. Lo mismo con el arreglo de los polígonos industriales. El dinero hay que ir a buscarlo y no rechazar oportunidades como la de financiar el antzoki, como se propuso en la negociación presupuestaria de la Diputación y negarse a ello, como hizo EH Bildu.

-¿Por qué no hay candidatas a la alcaldía?

-Es algo coyuntural. El PNV tiene candidatas en Amurrio y Artziniega, y a Juntas Generales.

-¿Cuál es su principal reto?

-El empleo. Natxo no conoce a los responsables de Guardian o Tubacex y hay que estar con ellos y modificar la Agencia de Desarrollo para que sea tractora de empleo.

-¿Es posible un pacto 'histórico' como el de 2016?

-Llodio se merece estabilidad y eso depende de los pactos en Euskadi. No tengo problemas por llegar a acuerdos, pero en Llodio las llamadas telefónicas brillan por su ausencia.

Omnia dio la campanada en 2015 cuando pasó de a 1 a 4 concejales. Se achacó la subida al voto 'prestado' de Podemos. Ahora, pese a que la formación morada se presenta con sus siglas, Álvaro Barrios asegura que su proyecto ha llegado para quedarse.

-Está convencido de que será alcalde. ¿Qué ha cambiado en estos cuatro años?

-Llodio necesita un cambio y no la alternancia de siempre. Somos vecinos hartos de la situación de nuestro pueblo.

-¿Qué datos tiene?

-El nerviosismo de los grupos históricamente hegemónicos por su actitud de intentar anularnos siempre.

-¿Su falta de vasallajes pueda restar inversiones?

-Los razonamientos que dicen que ayuda tener el mismo partido en varias instituciones rozan la prevaricación, porque quien da los dineros no son los partidos, sino las instituciones, que no deberían ser de un color sino de todos nosotros.

-Se presentan por primera vez a las Juntas Generales

-Lo que buscamos es obtener los recursos que nos corresponden.

-Si no gana la Alcaldía, ¿seguirá como concejal?

-Claro. ¿Por qué?

-Porque en su momento, se marchó por los pocos recursos que tiene la oposición. Entiendo que propone reorganizar las retribuciones.

-Solo en Laudio no se ha aplicado la ley aprobada.

-¿Cómo valora que no haya candidatas a la Alcaldía?

-Es vergonzoso, pero en nuestro equipo la mayoría son mujeres. Lo importante es la concienciación por la igualdad.

-¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta Llodio?

-Su activación. Si soy alcalde, pelearé por todos nuestros vecinos. Me llamarán el pesado de Laudio.

-¿Cuáles son sus proyectos prioritarios?

-Un nuevo polideportivo en Latiorro, abrir el cine Castillo y tener un nuevo centro de jubilados. A largo plazo, un hospital comarcal y el soterramiento del tren.

-¿Cómo ven la posibilidad de pactar?

- Sin mayorías absolutas y superado el bipartidismo, nos preocupa que la Alcaldía se decida fuera de aquí. Llodio necesita pactos a largo plazo porque no se arregla en una legislatura.