Los gastos del hogar que más han aumentado por la inflación
El pasado año creció considerablemente el porcentaje de familias a las que les resultó «difícil o muy difícil» pagar alimentos básicos y suministros energéticos
A más de la mitad de las familias españolas les resultó el pasado año especialmente difícil comprarse un coche, pagar las vacaciones de verano o abonar las facturas de gas, electricidad y agua. Sin embargo, la partida de gastos que más hizo crecer los apuros económicos de los hogares fue la de los alimentos, especialmente los más básicos: pan, pasta, arroz, aceite y lácteos.
El número de familias para los que fue «bastante o más difícil» pagar estos productos creció el pasado año un 19,3%, según el barómetro de solvencia familiar de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Un estudio que mide, a través de una encuesta a 4.122 consumidores de entre 25 y 79 años «representativos de la población española», las dificultades de las familias para afrontar ciertos gastos, la distribución de hogares según su nivel de confort financiero, o su capacidad de ahorro.
El barómetro constata el encarecimiento general de los productos de la cesta de la compra, puesto que los epígrafes 'fruta y verduras' y 'carne y pescado' ocuparon el segundo y tercer puesto respectivamente en esa lista de bienes que más apuros hicieron pasar en 2022 -y aún siguen haciéndolo- a las familias españolas.
El índice de solvencia medido por la OCU está en su nivel más bajo desde que se empezó a calcular en 2018. Esto significa que «nunca en los últimos cinco años les ha costado tanto a las familias llegar a fin de mes». Tampoco han sido tan altos los porcentajes de personas para los que fue «complicado o muy complicado» cubrir los gastos de las principales partidas.
El estudio constata además que «todo ha ido a peor en muy poco tiempo», puesto que hay un 9% más de encuestados a los que se les hace «muy difícil» cubrir los gastos del presupuesto familiar.
Los más difíciles de afrontar son aquellos relacionados con la vivienda, especialmente por culpa de las subidas de los tipos hipotecarios y de una energía que, pese a su abaratamiento en las últimas semanas, el pasado año marcó precios «por las nubes».
Sin embargo, la partida de gastos en la que más ha crecido el porcentaje de familias con serios problemas para afrontarlos (del 31% en 2021 al 47% a finales del pasado año) es la alimentación, algo que la OCU califica de «especialmente angustioso».
«Deterioro» generalizado
Otro aspecto que que subraya «el deterioro de la situación» es que se ha dado «en prácticamente todas partes y entre todo tipo de familias». Hay, no obstante, ciertas diferencias entre comunidades autónomas. Euskadi lidera el índice de solvencia, seguida de Cataluña, Castilla y León, Murcia y Asturias. En la cola (de peor a mejor) se sitúan Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid y Baleares.
Eso sí, «ninguna puede sacar pecho»; advierten en la OCU, ya que en la mayoría de los casos el índice «ha sufrido un marcado declive». Es «muy pronunciado» en los casos de Aragón, La Rioja o Navarra y «llamativo» en el de Madrid, «que ya flojeaba en 2021, pero sigue su decidido camino hacia la cola de la tabla».
Por su fuera poco, la capacidad de ahorro de las familias «ha menguado a la par que la solvencia familiar». Así, al 73% les es «difícil» ahorrar, un 7% más que el año anterior.
