El Athletic, los palcos y Hacienda

¿Y esto? Pues es una interpretación de la normativa fiscal, que precisamente en el País Vasco es especialmente férrea con lo que se conoce como «liberalidades» de las empresas. A saber. Hay una norma general en el Impuesto de Sociedades que establece que es deducible cualquier gasto necesario para obtener los ingresos. ¿Invitar a clientes o proveedores a un palco en San Mamés es necesario para obtener ingresos? Las empresas que lo han contratado defienden que sí, porque ayuda en la estrategia de marketing, en las relaciones con los clientes y bla, bla, bla y todo ello ayuda a vender más. La Hacienda de Bizkaia, sin embargo, sostiene que no es un gasto necesario y que además se sale fuera del marco de juego que fijó una de las últimas reformas de ese tributo: los regalos y atenciones a los clientes no pueden superar los 300 euros al año e incluso las comidas de trabajo -o de relaciones con clientes- tan sólo deducen el 50%.

La diferencia entre una y otra opción es fácil de calcular y bastante abultada. Una localidad en un palco de San Mamés se contrata entre 2.200 euros y 4.200 euros anuales. El palco completo y de acuerdo a los diferentes tamaños, entre 32.000 y 75.000 euros. Así, en la opción más barata y al no poder considerarlo como gasto sino que tiene que salir del beneficio, el coste real supera los 42.000 euros. En la más cara se acerca a los 98.000 euros. Y eso no es todo, la fiesta es más cara todavía.Tampoco se puede deducir el IVA con el mismo argumento, que no es un gasto sino un destino del beneficio.